El 4 de diciembre de 1997 Ana Orantes acudió a un programa de 'Canal Sur'. Tenía 60 años y 40 de ellos había sido maltratada por su marido. Aquel día, en el programa 'De tarde en tarde' presentado por Irma Soriano, Orantes relató durante algo más de media hora las palizas y los abusos que había recibido por parte de su exmarido durante más de media vida. Fue la primera vez que una mujer denunciaba en televisión la brutal violencia ejercida contra ella. Un relato que despertó una conciencia social que hasta entonces no existía. Y un caso que, tras su asesinato, cambió la percepción de España sobre la violencia machista.

Lo cierto es que nada más realizar la entrevista los medios de comunicación apenas se hicieron eco del maltrato. El caso saltó a la opinión pública 13 días más tarde cuando su exmarido, José Parejo, la quemó viva. Fue entonces cuando los medios contaron lo sucedido y el relato de Orantes despertó a una sociedad que hasta entonces silenciaba la violencia machista.

Cambios en la legislación española tras su testimonio y su asesinato

Fue tal el debate público que se generó a raíz del asesinato que el caso allanó el camino para la promulgación de reformas legales importantes que protegerían a las mujeres españolas. Meses más tarde del suceso, en 1999, se hizo una reforma del Código Penal y la Ley de Enjuiciamiento Criminal que introdujo la persecución de oficio de los malos tratos (sin que hubiese denuncia por parte de la víctima), la violencia psicológica como delito y las órdenes de alejamiento.

En 2002, el PSOE registró una proposición de ley contra la violencia de género, pero no fue admitida a trámite por los votos en contra del Partido Popular, que gobernaba en aquel momento. En 2003 se aprobó la Ley reguladora de la Orden de protección de las víctimas de la violencia doméstica, que permitió a los jueces adoptar medidas civiles y penales provisionales en un plazo máximo de 72 horas después de recibir una denuncia por violencia machista.

Ese mismo año se empezaron a contabilizar oficialmente las víctimas de violencia de género, que a día de hoy suman 1.245. Pero no fue hasta 2004 cuando el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero aprobó La Ley integral contra la violencia de género.

Estas fueron algunas de las consecuencias legislativas que se llevaron a cabo en España a raíz del asesinato de Orantes. Después llegaron muchos más casos que sacaron a relucir el largo camino que aún queda por recorrer en la lucha por la igualdad.

Caso Nevenka, la primera vez que un político fue condenado por acoso sexual

Hace veinte años que Nevenka Fernández, la exconcejal de Ponferrada dijo 'basta' y denunció el acoso al que la sometía su jefe y alcalde Ismael Álvarez. Este caso marcó un antes y un después en la lucha por los derechos de las mujeres en España.

Tenía tan solo 26 años cuando el 26 de marzo de 2001 dio una rueda de prensa para comunicar que lo había denunciado. Ambos habían mantenido una relación sentimental, pero ella decidió que se había acabado, decisión que no aceptó el exalcalde. Tras un tiempo sufriendo acoso, Nevenka dimitió e interpuso una querella contra Álvarez.

Álvarez finalmente fue condenado por el Tribunal Superior de Castilla y León a nueve meses de cárcel, una multa de 6480 euros y una indemnización a Nevenka Fernández de 12.000 euros por acoso sexual. Fue la primera vez que el Supremo condenaba a un político por acoso sexual en España.

Pero a pesar de que Nevenka ganara el juicio, perdió el juicio social. El exalcalde dimitió y desapareció de los cargos públicos, pero siguió viviendo en Ponferrada. De hecho, se produjeron varias manifestaciones en la ciudad en la que, a pesar de la condena del Supremo, los ciudadanos defendían la inocencia de Álvarez. Nevenka, por su parte, se tuvo que marchar de España.

El "yo sí te creo" de La Manada

El 21 de junio de 2019 marcó un antes y un después en España. Ese día el Tribunal Supremo condenó a 15 años de prisión a los cinco hombres conocidos como La Manada, por el delito continuado de violación de una joven de 18 años en los sanfermines de 2016.

Este caso supuso otro punto de inflexión en la lucha por la igualdad en España. La primera sentencia emitida por el Tribunal Superior de Justicia de Navarra, en la que los tres magistrados entendieron que lo ocurrido había sido abuso sexual, y no violencia sexual; así como la forma en la que a lo largo del proceso se cuestionó el comportamiento de la joven, puso sobre la palestra el machismo dentro del sistema de justicia.

La indignación por este caso terminó abriendo un fuerte debate sobre cómo la Justicia abordaba los delitos contra la libertad sexual. Esta decisión judicial provocó masivas movilizaciones bajo el lema "yo sí te creo". En consecuencia, en junio de 2019, el Tribunal Supremo incrementó la penas de los agresores a 15 años.

El beso no consentido a Jenni Hermoso

El 20 de agosto de 2023, el día en el que España se proclamó campeona del mundo por primera vez en su historia, se vio empañada por un beso no consentido que el entonces presidente de la RFEF (Real Federación Española de Fútbol) Luis Rubiales dio a la jugadora Jennifer Hermoso.

Pronto la marea feminista se activó. Artistas, deportistas y diferentes figuras del mundo de la cultura salieron en masa a denunciar ese comportamiento. Incluso el propio Gobierno se metió en el asunto y pidió a Rubiales responsabilidades. Sumar interpuso una denuncia ante el Consejo Superior del Deporte por "infracción muy grave", pidiendo que se aplicara el protocolo contra la violencia sexual y que se la apartara de sus funciones.

Mientras el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, se escudaba en su "no voy a dimitir" y culpaba al "falso feminismo" por ser "una gran lacra en este país", seguía insistiendo en que "fue un momento mutuo y consentido, no fue sin consentimiento".

Jenni Hermoso y 80 jugadoras más emitieron un comunicado firmado conjuntamente, asegurando que el beso no fue consentido y que renunciaban todas las mundialistas a volver a ser convocadas con la Selección española de fútbol femenino. Más tarde, en un comunicado de la máxima goleadora del equipo nacional, volvió a insistir en el no consentimiento del beso, acusando de falsas las declaraciones publicadas por parte de la RFEF y sintiéndose haber sido víctima de una agresión.

Alexia Putellas fue la primera futbolista en pronunciarse sobre el caso de Luis Rubiales, acuñando el "Se acabó" a la lucha que han seguido muchas futbolistas para apoyar a su compañera Jenni Hermoso. Hasta la prensa internacional se hizo eco y se agitó el movimiento feminista pidiendo medidas para el presidente de la RFEF. El 2 de enero de 2024, Jennifer Hermoso ratificó en su declaración ante el juez del 'caso Rubiales' que el beso del ya expresidente de la RFEF en Sidney no fue consentido.