Soledad no deseada

El 85% de los ancianos en residencias no reciben visitas de sus familiares durante el verano

¿Qué está pasando? A pesar del tiempo libre, es en estos meses cuando menos se visita a los mayores. Para combatir la soledad, en las residencias realizan actividades sociales como el baile, el yoga e incluso la defensa personal

Un anciano, en una residencia
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Llega el verano. Con él, las vacaciones. El momento de ir a la playa con la pareja, con los hijos. De disfrutar del mar en familia y en compañía de quienes más queremos. Pero también es la época del año en la que los mayores sienten más soledad porque, irónicamente, cuanto más tiempo libre se tiene menos se pasa con ellos.

Cuando menos se les visita. Cuando menos se les ve y habla con ellos. "No les llevamos de vacaciones porque son periodos de una semana al menos. No es viable para muchos con la patología que tienen". cuenta Marcelo Cornellá, presidente de la Asociación Cultural de Mayores de Fuenlabrada.

Ahí es donde aparecen las residencias, de donde no quieren sacarles por una, como dice, "excusa tonta": "Dicen que quieren evitar que pasen calor en otros lugares... pero allí hay también aparatos de aire acondicionado"

Porque ahí están muchos. Ahí están y en muchas ocasiones no reciben ni visitas: "Si va a 30 o a 40 kilómetros de donde ha vivido toda la vida es complicado que las tenga".

En verano, menos aún. El 85% de los ancianos que están en residencias no reciben ni una visita de sus familiares en esta época. Por ello, desde estos lugares se lucha contra esa soledad no deseada.

Con un buen baile. Con un ejercicio divertido al que algunos mayores van más de una vez por semana. Algunos, incluso, casi todos los días. Por salud, por alegría, por el simple hecho de disfrutar tanto de manera individual como en compañía.

Y hay más, porque aparte de bailar van a defensa personal y a yoga, donde realizan ejercicio y pueden socializar para tener también tiempo de ocio. Y es que es necesario pasar más tiempo con ellos.

"Lo hemos trasladado todo a las nuevas tecnologías, hemos empujado a los abuelos a que si quieren comunicarse con nosotros sea por móvil, whatsapp o por videollamada", afirma Marcelo.