De los migrantes interceptados, 76 de ellos eran menores de edad. Intentaban acceder a la zona restringida del puerto de la ciudad autónoma de Melilla, para después acceder a los buques en los que cruzar el Estrecho como polizones o en los bajos de vehículos.

Las cifras de la Guardia Civil apuntan que el dispositivo ha logrado reducir en un 80% la presencia de personas en la zona vedada, y en un 70 % la presencia de polizones con respecto a los datos del año pasado.

El dispositivo especial se desarrolla mientras se acometen obras de seguridad e impermeabilización en el puerto de Melilla, donde el pasado 15 de enero una persona falleció por aplastamiento en los bajos de una cabeza tractora en la que se había ocultado.