España se encuentra inmersa en un episodio extremo de calor extremoque se alargará durante el fin de semana, y evitar las horas de calor en el momento de viajar podría resultar complicado. En estas condiciones de calor extremo, es aconsejable adoptar una serie de recomendaciones para que la conducción sea lo más segura y llevadera posible.

El primero de estos consejos es aparcar a la sombra, siempre que se pueda, porque ahorra combustible, ya que si se calienta menos se enfriará más rápido. El parasol nos ayudará a eso y a no quemarnos el culo o las manos al sentarnos.

Del mismo modo, llevar los filtros limpios favorecen a reducir al consumo. Es un sistema que funciona como una aspiradora, si tiene el filtro sucio el motor tendrá que trabajar más para hacer su trabajo, aumentando el consumo.

Importante también vigilar los líquidos. Y es que en verano los coches se estropean más porque se calientan, así que hay que revisar el agua, los niveles de aceite, de refrigerante y el limpiaparabrisas. También la presión de las ruedas, y es recomendable hacerlo cada mes, porque aunque en verano suele subir un poco es un elemento de seguridad indispensable. Llevar la presión baja hace que consumamos más y nos dificulta la frenada.

Una vez vamos a coger el coche es recomendable bajar todas las ventanillas, arrancar y encender el aire para que saque todo el calor del interior del vehículo.

Y una vez comenzamos el viaje...

Después, cuando empezamos a circular, nos enfrentamos al eterno debate: ¿ventanillas bajadas o aire acondicionado encendido? Lo cierto es que es preferible llevar el aire acondicionado puesto cuando se circula por carretera, porque consume mucho menos que las ventanillas bajadas, sobre todo cuando vamos a gran velocidad - a partir de los 90 km/h-, explican desde la escuela RACE de conducción. Además, llevar las ventanillas subidas evita la entrada de bichos y nos da una protección extra en caso de accidente. Lo óptimo es que el climatizador esté puesto entre los 21 y 23ºC.

Sin embargo, cuando la circulación se hace por ciudad a una velocidad más moderada, será mejor llevar las ventanillas bajadas que el aire acondicionado puesto, si nuestro objetivo es ahorrar combustible.

En lo que a la vestimenta se refiere, quedan prohibidas las chanclas y el torso debe de ir tapado para evitar roces con el cinturón. Y las gafas de sol, siempre homologadas.

Es importante también hidratarse para combatir el calor sofocante, pero mejor si lo hacemos con el vehículo parado, porque llevar la mano en otro lugar diferente al volante es sancionable y además, perder la atención a la conducción supone una multa de hasta 200 euros. Además, preferiblemente evitaremos las comidas copiosas antes de ponernos a conducir, para evitar que nos entre sueño.

Propio del calor es efecto submarino, que es cuando en un impacto nos deslizamos hacia adelante. Por ejemplo, llevar una toalla debajo del culo para no mojar el asiento con el bañador, puede favorecer este efecto submarino: corremos el riesgo de resbalarnos ante un frenazo y salir peor parados en un accidente.

Por último, no podemos permitir que los copilotos viajen con los pies en el salpicadero. Y es que aunque es habitual verlo en viajes largos, si llegase a saltar el airbag el copiloto sufriría un impacto muy peligroso. En palabras de Fernando Lara, director de autoescuela, podría llegar a "partirnos por la mitad".