El interés de un gigante como Japón en mejorar el uso de un objeto tan cotidiano como el inodoro es meridianamente conocido. Han introducido al mercado avances como asientos que se calientan o tapas que se cierran y se abren de manera automática.

Su último avance tiene que ver con los baños públicos. A lo largo del último mes, en Tokio se han instalado unos nuevos baños en dos parques. Su peculiaridad viene al comprobar que son transparentes. Desde fuera, se puede ver el aspecto del mismo, pero ahí precisamente está el truco.

La idea de estos baños es que los encargados de limpiarlos vean, sin necesidad de entrar ni tocar nada, el estado de los mismos. La privacidad se mantendrá gracias al conocido como 'vidrio inteligente', capaz de cambiar de opacidad cuando alguien está dentro del baño y que se usa en algunas oficinas.

Cuando están ocupados, el vidrio coge un color mate. Una vez se abre la puerta, vuelven a ser transparentes. La instalación de estos inodoros se encuentra dentro de una renovación que se quiere hacer en la ciudad de cara a los Juegos Olímpicos que se iban a celebrar este año, pero que debido a la crisis del coronavirus se han retrasado hasta 2021.

Estos baños han recibido comentarios de todo tipo, con gente a favor y críticos que dudan de si su privacidad es respetada cuando hacen uso de este nuevo invento.