Si él pudiera, prohibiría la pizza hawaiana, así de rotundo se ha mostrado el presidente islandés, según publica el medio Metro. Thorlacius Jóhannesson ha tenido un encuentro informal con jóvenes del país en el que le han hecho todo tipo preguntas y entre ellas se encontraban las relativas a sus gustos culinarios.

Jóhannesson ha asegurado que odia la piña en la pizza y las redes sociales se han hecho eco de sus polémicas palabras. Poco después, el debate sobre la conveniencia, o no, de la pizza en este plato ha vuelto a reabrirse.