Amber-Lee Friis, una modelo neozelandesa de 23 años que se hizo popular por llegar a ser finalista de Miss Universo 2018, ha sido encontrada muerta.

Ha sido 'The Talent Tree', la agencia que representaba a la joven, la que ha informado de la noticia: "Con inmensa tristeza confirmamos el repentino fallecimiento de una bella y talentosa mujer", han expresado en un post en Facebook, añadiendo que era una de las modelos "más originales". De esta forma, el fallecimiento de la neozelandesa ha sido catalogado de "repentino", mientras que la Policía lo investiga.

Por su parte, Miss World New Zealand también ha mandado su "más sinceras condolencias" a los familiares y amigos de la joven tras conocer la noticia. "Sigue brillando intensamente, Amber-Lee, tal como te recordamos", han publicado en el Facebook de Miss Universo Nueva Zelanda.

Justo un día antes de muerte, la joven había publicado una foto en redes sociales junto a su hermana que se ha convertido en la que acompaña su esquela y los numerosos comentarios de los seguidores de la modelo.

Amber-Lee Friis junto a su hermana

La modelo, que sufrió bullying en el colegio, antes de que se convirtiera en modelo y su vida cambiase por completo. Y es que, tal y como han señalado medios internacionales, la modelo de 23 años confesó que sus compañeros la llamaban 'Chimpan', por tener la piel morena y los ojos rasgados.

Además, Amber-Lee Friis, que se convirtió en la modelo más polémica de Miss Universo 2018, tampoco tenía una vida fácil fuera de las aulas ya que, tal y como ella misma había confesado en varias entrevistas, había días de su infancia en los que no había comida en su casa para cenar: "Una noche me senté en mi habitación y pensé en lo difícil que podía llegar a ser la vida; sentía que el mundo pesaba sobre mis hombros", contó la joven.