Pretendía ser una defensa a la diversidad, un alegato por la integración en pleno terremoto Trump... pero la última portada de Vogue USA ha desatado la polémica. Su intención se ha visto empañada por un 'pequeño' detalle de la imagen de portada que no ha escapado al ojo de las críticas.
Siete tops del momento (Liu Wen, Ashley Graham, Kendall Jenner, Gigi Hadid, Imaan Hammam, Adwoa Aboah y Vittoria Ceretti) posan juntas en la playa. Todas, vestidas con camiseta de cuello alto y culottes estampados, se abrazan. Vogue USA, con motivo de su 125 aniversario, quiere reivindicar con la imagen la diversidad.
Pero la pose diferente de la modelo de tallas grandes Ashley Graham no ha dejado indiferente a muchos. La red se ha llenado de críticas y comentarios que denuncian la intención de 'adelgazar' el muslo de la modelo tirando de efecto óptico. Creen que el hecho de que sea la única que tiene la mano cubriendo parte de su muslo no es casual.
Graham, de 28 años, ha intentado zanjar la polémica desde su cuenta de Instagram. Asegura que fue ella quien eligió posar así para la portada y que nadie le dijo qué hacer.