Jacobo Gordon es exsocio y amigo íntimo de Alejandro Agag, incluso fue testigo en su boda y también fue un hombre muy cercano a Francisco Correa: le llevaba los asuntos inmobiliarios,
le ayudó, presuntamente, a blanquear dinero y también se sentará en el banquillo en el primer juicio de la trama Gürtel.
Según el sumario, uno de sus lugares preferidos para lavar era Panamá. Gordon figura en los archivos de Mossack Fonseca como presidente y director de la compañía panameña Merestone Services. Además es apoderado de la empresa.
En 2008, Gordon intenta junto a varios socios sevillanos dar un pelotazo, al más puro estilo del ladrillo español, en una paradisíaca zona del país centroamericano: Playa Langosta.
La idea era construir al menos 5.000 viviendas, con centros comerciales, hoteles y campos de golf y para ello crean otra compañía, Puerto Langosta S.A., en la que invierten 15 millones de dólares. A través de Merestone, Gordon figura como director de la empresa.
El negocio no llegó a concretarse y según un empleado de Mossack Fonseca, Gordon y sus socios dejaron a deber miles de euros al despacho panameño. La sociedad sigue activa, pero la versión de Jacobo Gordon es que ni fue accionista ni hubo inversión de capital, por lo que no fue necesario dar parte al fisco español.