En Francia, los niños ya pueden demandar a sus padres por publicar sus fotos en las redes sociales. Los padres que publiquen fotografías íntimas de sus hijos sin permiso podrán ser sancionados por las autoridades francesas con multas de hasta 45.000 euros y un año de prisión.

La medida se ha tomado debido a la necesidad de frenar este tipo de actividades por parte de los padres, que puede desembocar en que las imágenes sean utilizadas por alguien que quisiera usurpar la identidad del hijo además de, en casos de bullying.