Más de 200 personas han sufrido intoxicación en las localidades disputadas sirias de Zabadani y Madaya, en las afueras de Damasco, por consumir galletas caducadas que fueron repartidas por un convoy humanitario auspiciado por la ONU, denunció una fuente sanitaria.

El director del Hospital de Campaña de Zabadani, Omar Burhan, explicó por teléfono que en su centro sanitario solo atendieron cuatro casos de intoxicación, pero que en Madaya unas 200 personas recibieron tratamiento la semana pasada por este motivo.

Burhan señaló que en Zabadani no se ha registrado ningún caso grave y que la mayoría de los atendidos eran niños, al igual que en Madaya. El pasado 18 de octubre, un convoy con ayuda humanitaria entró por primera vez en meses en las ciudades de Al Zabadani, Madaya, Fua y Kefraya, en el marco de un acuerdo entre las partes contendientes.

El reparto fue realizado por la Luna Roja Siria y el Comité Internacional de la Cruz Roja. Tanto Al Zabadani como Al Madaya llevan cercadas por el ejército sirio desde comienzos de julio por una ofensiva gubernamental para expulsar a los rebeldes de allí.

El viernes, la Red Siria de Derechos Humanos (RSDH) reveló que las galletas fueron distribuidas el 20 de octubre y que tras su reparto unos 200 residentes de Madaya y Zabadani acudieron a hospitales con síntomas de intoxicación, como diarrea, vómitos, dolor de estómago y fiebre.

La RSDH apuntó en un comunicado que las galletas, de fabricación italiana, llevaban caducadas desde septiembre de 2015, y que podrían haber sido almacenadas en condiciones precarias porque estaban mohosas. Por ello, la RSDH hizo un llamamiento a la ONU para investigue estos hechos con el fin de que los responsables rindan cuentas, e informe a los sirios del resultado de las pesquisas.