"No nos debe producir ninguna satisfacción". Así se ha pronunciado este viernes José Luis Rodríguez Zapatero sobre la crisis interna en el PP, advirtiendo de que "la democracia se sustenta en un buen sistema de partidos" y que "hay que preservarlo".

"Para mí lo más importante detrás de todo esto es que ojalá hubiera una reflexión en el Partido Popular", ha señalado el expresidente del Gobierno. A preguntas de los periodistas, Zapatero ha manifestado que, a su juicio, lo que estamos viendo en el PP "es fruto de un radicalismo, de una exageración en la tarea política de oposición".

En este sentido, ha opinado que la guerra abierta entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso es "la culminación" de un proceso de "radicalización" de la derecha, a la que acusa de incurrir en "un abandono de la defensa del interés general".

Zapatero observa una "ansiedad radicalizada" en el seno del PP y ha citado como ejemplo el adelanto electoral en Castilla y León, su rechazo a "una reforma laboral que apoyan los empresarios" o su actitud ante el reparto de los fondos europeos. "Cuando radicalizas a tu electorado de una manera tan apasionada, tan exagerada", eso "acaba produciendo estos escenarios", ha abundado el expresidente, que ve al PP embarcado en una "carrera hacia ninguna parte".

Felipe González afirma que este "lío" afecta a "todos"

Por su parte, el también expresidente socialista Felipe González ha alertado de que el "lío" existente en el PP no solo afecta a la formación conservadora, sino que repercute en "todos". "El lío de ayer y hoy es para todos, y no hay instituciones que puedan soportar una crisis de esta magnitud", ha asegurado.

En opinión del expresidente del Gobierno, la crisis interna desatada en el PP durante las últimas horas por el enfrentamiento entre Ayuso y Casado "fragiliza voluntariamente las instituciones" y, además, provoca una "partidocracia dispersa y enfrentada" en detrimento del "consenso".