El pueblo valenciano de Xàtiva ha querido rendir homenaje a las víctimas del bombardeo de la estación de tren por parte de fuerzas italianas. Conocido como el 'Guernica valenciano', en 2020 se han cumplido 81 años de la tragedia que dejó 145 muertos y más de 200 heridos; una tragedia que los vecinos de Xàtiva se niegan a olvidar.

Sucedió el 12 de febrero de 1939. La Aviación Legionaria italiana, compuesta por unos cinco aviones Savoia-Marchetti, bombardeó la estación del municipio valenciano en el momento en el que estaba entrando un tren militar republicano que transportaba a la 49º Brigada Mixta. En los andenes se encontraba una multitud de mujeres y niños esperando para recibir a los soldados, además del personal ferroviario.

Las bajas que sufrió la Brigada Mixta fueron tan elevadas que se renunció a la reconstrucción de la misma, decisión que provocó que los supervivientes fueran repartidos entre otras unidades del Ejército republicano. Ahora, más de 80 años después, los familiares de las personas que murieron o resultaron heridos en el ataque fascista han reclamado que su memoria no caiga en el olvido.

"Un hermano, Mario, tenía diez años. En los árboles esos había piernas y brazos colgando", recuerda un familiar de una de las víctimas. No fue la única. "A mi madre la mataron cuando yo tenía dos años", relata otra vecina de Xàtiva. Muchos de ellos se siguen uniendo a día de hoy con un pensamiento único: "No se olvida, eso fue un asesinato".

Valencia y Castellón, campo de pruebas de Hitler y Mussolini

La Alemania nazi y el fascismo italiano apoyaron a Franco no sólo por un interés político, y de alguna forma bélico. España resultó ser un campo de ensayo y error militar perfecto. Un despliegue militar sin precedentes de las potencias extranjeras no sólo buscaba derrocar a la II República. También quiso poner a prueba el material y las tácticas militares que se usaron poco después para la II Guerra Mundial.

El objetivo, como en otras tantas ocasiones, resultó ser la población civil. Alcañiz, Durango, Gernika y Barcelona fueron algunos de los territorios masacrados por las unidades de Hitler y Mussolini, que se cebaron especialmente con la Comunidad Valenciana y, en concreto, con cuatro pueblos de castellón sin objetivos militares evidentes. Allí sólo había población civil.

Albocàsser, Benassal, Ares del Maestrat y Vilar de Canes se convirtieron así en un espacio para poner a prueba los stukas, que atemorizarán a toda Europa meses después, y otras armas militares con las que asesinaron a más de 40 personas y dejaron prácticamente inhabitables las cuatro poblaciones.