Hasta ahora, Vox ha asegurado dos cosas: la primera, que en 2014 entregaron la lista de donaciones. "La financiación de Vox es absolutamente legal, ha sido auditada por una empresa y depositada en el Tribunal de cuentas", había confirmado el líder del partido de extrema derecha, Santiago Abascal

La segunda cosa quie afirmó: que el Tribunal de Cuentas les respondió que dichas donaciones eran legales. "La respuesta fue clara y evidente: todos los donativos habían sido legales", aseveró el secretario general de Vox, Ortega Smith.

Pero ahora sabemos, según ha podido confirmar La Sexta, que ambas afirmaciones son falsas: ni entregaron nada al Tribunal de Cuentas, ni, por tanto, les pudieron decir que eran legales. Tanto Podemos como Ciudadanos piden explicaciones: "Que expliquen su financiación, que no está avalada por el Tribunal de Cuentas", ha criticado Irene Montero, portavoz de Podemos en el Congreso.

Por su parte, la líder de la formación naranja en Cataluña, Inés Arrimadas, ha pedido que "den explicaciones de su financiación". Recibieron 800.000 euros de un grupo de oposición iraní en 2014. Ellos, según han argumentado, se enteraron de esa financiación del grupo de oposición iraní después.

"Cuando Abascal asume el partido vemos que se habían recibido donativos del exterior", ha matizado Ortega Smith en declaraciones a la prensa. Sin embargo, no dice lo mismo el excandidato, que ha afirmado: "Abascal conocía el apoyo de los opositores iraníes y le parecía bien". Unas contradicciones que puede que tengan que explicar.