Vítores, aplausos y abrazos, lo vivieron como una gran victoria. La reforma de la ley del aborto sigue adelante, y el ministro Gallardón ha vuelto al Congreso sacando pecho: "Intentar sembrar cizaña y dividir a los demás no es elegante y en este caso ha sido un fracaso".

Pero poco le ha durado la tranquilidad, porque tan sólo 12 horas después, Celia Villalobos ha vuelto a la carga: "¿la ley ha llegado todavía? Yo espero que no llegue". Ha asegurado que ojalá la ley no llegue nunca y ha reconocido que ni ella ni muchos de sus compañeros votaron en conciencia.

Por su parte, el portavoz popular Alfonso Alonso, ha reconocido que "hay diferencia de criterios pero los diputados tenemos una responsabilidad". Y en opinión de Vicente Martínez Pujalte, "en el PP hay diferencia de ideas pero siempre opinamos lo mismo".

Durante el debate los mensajes fueron altos y claros, como el de la diputada Onintza Enbeita: "En mi coño y en mi moño mando yo". Y Elena Valenciano apeló "a las diputadas del PP para que no voten como diputadas lo que no votarían como mujeres".

Pero la moción fue rechazada por 183 noes y seis abstenciones. Sólo hay tres votos que dan lugar a dudas. Lo cuenta el periodista Fernando Garea: "Hay tres votos que no se pueden asignar a nadie, es imposible saber si ha habido fuga de voto". Lo que sí está claro es que pudo más la disciplina que la conciencia.