El inicio de campaña es inminente, y ya se va notando. Comienzan las promesas imposibles, y sobre todo, vídeos. El de Ciudadanos, el más sonado en los últimos días, se desarrolla en un bar cualquiera, con clientes que llaman "vago" a Rajoy cuando sale en la tele y al único cliente con coleta.

Sin embargo, Albert Rivera, presidente de la formación naranja, vuelve a hablar de una campaña de tono amable. "Por mucho que se polarice la campaña, por mucho que se intente criminalizar a los demás, al final vamos a tener que ponernos de acuerdo para que haya gobierno", ha afirmado Rivera.

No obstante, en PP se dan por ofendidos. "Al menos pido respeto para el trabajo de cada uno. Creo que hay expresiones que sobran", ha criticado la vicepresidenta en funciones del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

En su vídeo, los populares aseguran conocer lo que la gente pide. Sin líneas rojas, y con aviso a navegantes. "Que sepan unos que otros les están mojando ya la oreja; y que sepan otros que, si su campaña va a ser una crítica contra el PP, se van a quedar en muy poquito", ha asegurado el presidente en funciones, Mariano Rajoy.

En el vídeo de Ciudadanos sólo se libra de las críticas el PSOE. Lo mismo ocurre con el discurso de Pedro Sánchez hacia el grupo de Rivera. "La derecha solamente tiene que ofrecer recortes y la intransigencia solo ofrece un bloqueo que permite a la derecha seguir gobernando este país", ha considerado el líder socialista.