Se siguen conociendo nuevas pruebas contundentes que inculpan a Dani Alves. La cámara corporal de uno de los agentes que atendió a la chica en la discoteca esa noche, captó los primeros momentos, lo que ella decía, cómo estaba, un testimonio que coincide con la versión que ella ha contado siempre, sin caer en contradicciones.

En las imágenes, según publica 'El Periódico', se aprecia a la joven nerviosa, llorando mientras denunciaba que había sido agredida sexualmente por Dani Alves.

La grabación, en la que la joven asegura sentirse avergonzada, se obtuvo por error: el mosso que la llevaba, la encendió accidentalmente mientras atendía a la víctima, esa noche, solo unos minutos después de los hechos.

Con esta, la montaña de indicios contra el futbolista sigue creciendo: la Policía científica ha hallado huellas dactilares en el baño que encajaría con la secuencia descrita por la víctima y, sin embargo, no coincidiría con ninguna de las tres versiones descritas por Alves.

Sobre las imágenes de las cámaras de seguridad de la discoteca trascienden más detalles, según el citado medio. El primero en salir del baño fue Alves, que se fue a la barra y pidió una copa. 30 segundos después lo hizo la víctima, que le contó algo al oído a una amiga e inmediatamente se marcharon. Víctima y futbolista no se volvieron a ver tras pasar esos 16 minutos en el baño.

Antes de su arresto, Dani Alves fue advertido por los Mossos: si no se presentaba voluntariamente en España se cursaría contra él una orden internacional de detención.