Segundo día de protesta en Tunte, la capital del municipio de San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria) donde este miércoles varias decenas de vecinos montaron barricadas cuando llegó al pueblo la noticia de que los 80 inmigrantes que residían allí desde hace meses, procedentes de anteriores pateras, iban a ser trasladados a otros lugares para dejar sitio a un grupo de jóvenes africanos que iniciaba su cuarentena.

Parte de los manifestantes ligó su oposición a la sospecha de que esas personas podían ser portadoras del coronavirus y montaron barricadas con contenedores de basura, palés, ramas y los depósitos de reciclaje.

"No queremos vivir con miedo", se leía incluso en alguna pancarta-, a pesar de que la Delegación del Gobierno había dejado claro que ninguna persona había dado positivo en las pruebas PCR que habían realizado en el muelle de Arguineguín, donde habían dormido tres noches bajo carpas.

Al final, la policía intervino y abrió paso para que los migrantes pudieran entrar. Finalmente el autobús con los migrantes llegó al pueblo, escoltado por 6 furgonetas de la policía y pudo acceder al centro donde pasarán cuarentena. No son, como creían en el pueblo, pacientes infectados, sino 28 recién llegados en patera que de momento no han dado positivo.

Aumento de la presión migratoria

Esta tensión refleja un problema en Canarias. Están llegando tantos migrantes en patera que muchos tienen que dormir bajo carpas en el propio puerto al que llegaron. Desde hace meses, Canarias hace test PCR a todos los inmigrantes que llegan a sus costas y les somete a un período de cuarentena, reforzada en condiciones de aislamiento si han dado positivo.

Hasta la fecha, no se ha producido en Canarias ningún contagio de covid-19 originado por una persona llegada en patera, ni entre los marinos de Salvamento Marítimo que los socorren en el mar, ni entre los miembros de las fuerzas de seguridad y servicios sanitarios y de emergencia que los atienden una vez llegan a tierra, han remarcado tanto la Consejería de Sanidad como la Delegación del Gobierno.

Todos los brotes detectados entre los ocupantes de las pateras han quedado, hasta el momento, reducidos a sus compañeros de travesía y se han solventado sin que fuera necesario hospitalizar a nadie.