La inmigración como arma para conseguir votos es un fenómeno relativamente nuevo en España, pero esta no es la primera vez que se utilizan. Hace más de 20 años el PP ya hablaba de la inmigración como un problema central.

El que fue ministro del Interior entre 1996 y 2001, Jaime Mayor Oreja, aseguró en 2000 que "la inmigración exige el tratamiento como primer problema que puede afectar a la convivencia de los españoles en las próximas décadas".

Y desde entonces es un tema que siempre ha seguido estando en la agenda. A pocos días antes de las elecciones de locales de mayo en 2003, el expresidente, José María Aznar ligaba la inmigración y la delincuencia. "Hay quien viene a delinquir, queremos que un juez los expulse", aseguraba.

El también expresidente Mariano Rajoy sacó el tema de inmigración en 2008 intentando ganar las elecciones generales. "Al fenómeno de la inmigración hay que darle cierto orden y control", comentó.

Munición electoral también en Madrid

Pero la inmigración no solo ha servido de munición electoral en las elecciones generales. En 2015 Esperanza Aguirre intentaba captar votos en las elecciones a la Comunidad de Madrid con una fotografía en la que la popular abrazaba a una mujer negra. Esta imagen fue muy criticada por la izquierda.

Pero la comunidad donde sobre todo se utiliza la inmigración como arma electoral es en Cataluña. Josep Duran i Lleida, portavoz de CIU en el Congreso, aseguró en el año 2011 que en Cataluña ya "hay más Mohameds que Jordis".

El alcalde actual de Badalona, Xavier García Albiol, utilizó en 2015 el lema "Limpiando Badalona" para intentar revalidar su cargo como alcalde de la ciudad, aunque, según él, "no es un eslogan racista ni mucho menos".

Después, con la llegada de Vox la inmigración también se ha convertido en tema central de las políticas de ese partido.