A las 20:00 horas comenzó a llegar gente a la calle Génova, cerca de la sede del Partido Popular, para protestar contra el Gobierno y la forma de actuar del presidente, de quien se exigía la dimisión después de que a lo largo de la semana se hubiese publicado información muy comprometida sobre la financiación del PP. Según la información, desprendida de la declaración de Luis Bárcenas ante el juez Pablo Ruz, Mariano Rajoy habría sido uno de los numerosos altos cargos del partido que supuestamente se habrían apropiado de dinero ilegal incurriendo en un delito.

Desde allí los manifestantes comenzaron a marchar por distintas calles de la ciudad, cortando el tráfico y pasando por Gran Vía, Colón, calle de Velázquez, puerta de Alcalá y Cibeles. Fue en Cibeles, donde a las 23:00h la policía cargó contra los manifestantes porque según la versión oficial se bloqueaba la circulación.

A partir de ahí la calma se rompió y el centro de la ciudad se convirtió en un verdadero caos de manifestantes, paseantes y policías corriendo, gritos y momentos de fuerte tensión que se prolongaron hasta bien entrada la madrugada en distintos puntos de la capital.

La atención de los medios se centró en uno de los manifestantes que fue el primero en ser golpeado. Se desplomó tras un fuerte golpe en la cabeza que hizo que cayera al suelo dejando un pequeño reguero de sangre.

Aturdido se levantó y se dirigió a la policía y a los medios para decir unas palabras. Se identificó como "miembro de La Legión" y pidió a la ciudadanía que no se dejase llevar por la situación y que no se llegara a la violencia. "Yo no soy nadie, sólo uno más que ha recibido esto”, dijo señalándose la cara ensangrentada. "El culpable de todo esto es Rajoy, etc., etc. No es nadie más", afirmó.

"Se han sentido acorralados, y cuando una persona se siente acorralada hace todo lo posible por salir del acorralamiento. He jurado mi bandera en el Tercio Primero de la Legión" aseguró estrechando la mano de otro legionario que le escuchaba y que comentó que "esto no se merece este país". "A mí me han dicho que me vaya", ha seguido el manifestante herido, "que venga el Samur y que me vaya, pero un legionario siempre está aquí, hasta la muerte.

Para que se caiga este país, hace falta que toda esa gente que chatea por Facebook y por Twitter, por favor, que vengan aquí, que las revoluciones no se hacen sino en la calle".  Y terminó pidiendo que "por favor, violencia no, por parte de nadie. No acorraléis a nadie. Un mensaje a todos los legionarios, que somos la hostia".

Una hora más tarde, en torno a las doce de la noche, los enfrentamientos continuaron en Gran Vía, en la parte alta de la calle Montera. Allí se produjeron algunas identificaciones arbitrarias de ciudadanos y la policía tomó la calle con numerosos efectivos y furgones. Un joven fue conducido dentro del cordón policial donde se le identificó después de que varios policías se percataran de que estaba grabando la situación con el móvil, pero se desconoce si fue detenido o si sólo tomaron sus datos.