Se trata de uno de los momentos políticos más escrutados del año y, desde hace década, el contenido del tradicional discurso del rey Felipe VI en Nochebuena se analiza más por lo que no dice que por lo que sí se menciona.

En las segundas Navidades del rey emérito en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), el monarca no hizo referencia explícita a su padre, aunque sí apuntó brevemente que es necesario asumir "cada uno las obligaciones que tenemos encomendadas: respetar y cumplir las leyes y ser ejemplo de integridad pública y moral".

El discurso, que contó con palabras de apoyo a los ciudadanos de La Palma afectados por el volcán, llamó a los consensos, a huir de la crispación política y a defender la Constitución como símbolo de "unidad". Este mensaje contó con la aprobación tanto del PSOE como del Partido Popular y Ciudadanos, cuyos líderes compartieron su valoración a través de redes sociales.

Desde su sede en la céntrica calle Ferraz de Madrid, la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, ha valorado como "acertado" el discurso y ha subrayado la "importancia" que el rey Felipe VI dio a los "principales problemas" de los españoles. "Ha mostrado toda su empatía y solidaridad y ha señalado también cuál debe ser la respuesta de todas las instituciones", ha valorado la representante socialista.

En este sentido, Narbona ha subrayado el mensaje del rey en cuanto a la necesidad de mantener y ser ejemplares en la "integridad pública y moral de las tareas que a cada uno competen", como una manera de reforzar las instituciones de cara a los ciudadanos.

Desde la derecha, el presidente de los 'populares', Pablo Casado, ha subrayado el "recuerdo a los españoles que sufren la pandemia y crisis económica" que hizo Felipe VI, así como su reconocimiento a la Carta Magna "como viga maestra que merece reconocimiento, respeto y lealtad". "La fortaleza de las instituciones es clave para los retos de futuro de España", ha destacado a través de Twitter.

La alocución de Felipe VI también gustó en la sede de Ciudadanos, cuya presidenta, Inés Arrimadas, pidió "huir del pesimismo y el conformismo" en un momento en e que el país atraviesa "grandes dificultades" y con "enormes retos". "Tenemos que convertir la encrucijada en una oportunidad y ganar juntos el futuro", ha asegurado la líder 'naranja', que comparte "plenamente" el discurso.

Críticas de UP y los nacionalistas

Sin embargo, este agrado no ha sido compartido. La Moncloa guarda silencio sobre el mensaje más personal de Felipe VI --lo escribe él mismo, con supervisión del Gobierno-- y ni el presidente ni los ministros de la cuota socialista han valorado su contenido. La vicepresidenta segunda y líder de Unidas Podemos en el Ejecutivo, Yolanda Díaz, sí compartió un mensaje en referencia a una parte del discurso del rey. En concreto, a la necesidad de "entender y asumir las nuevas transformaciones" y llamando al "entendimiento y la colaboración" entre instituciones.

"Tras la pandemia, nuestro país debe hacer frente a las grandes transformaciones con trabajo decente, igualdad entre mujeres y hombres y cuidando el planeta. Para hacerlo necesitamos sumar perspectivas diferentes y llegar acuerdos. Cuidar las instituciones nos hace mejores", escribió la ministra de Trabajo en Twitter.

Por su parte, la titular de Derechos Sociales y Agenda 2030 y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, no valoró anoche el discurso, aunque sí compartió un mensaje del portavoz de los morados en el Congreso, Pablo Echenique.

Echenique fue muy duro con el contenido y, de hecho, deploró la ausencia de menciones explícitas a la situación de Juan Carlos I, cuyo retorno a España se barruntaba para estas Navidades. "Felipe VI eligió una habitación pequeña pero el elefante en ella es gigante", escribió el portavoz de Unidas Podemos en Twitter, criticando la falta de "autocrítica" del monarca: "Sólo defiende la Constitución para defender la monarquía".

El diputado de Esquerra Republicana de Catalunya, Gabriel Rufián, tiró de ironía para valorar el mensaje navideño del rey: "Ojo porque no pide el voto". En referencia al mismo, el president del Govern de filas, su compañero de filas Pere Aragonès, ha asegurado que esperaban "poco". "Fue un discurso vacío que no aportó nada", ha considerado durante la ofrenda al expresident Francesc Macià, en el 88 aniversario de su muerte.

Más contundente ha sido el PNV: su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, ha advertido este sábado que la "credibilidad" no es cambiar el escenario del discurso y ha deplorado que la única mención a la situación de la monarquía haya sido una frase. "Me sorprende, porque parece que está poniendo deberes a todo el mundo y él pasa de puntillas únicamente diciendo esa frase sobre el grave problema que aqueja a la corona", ha dicho en rueda de prensa desde Bilbao.

"Este tipo de frases no es que las oigamos ahora, es que su padre las repetía continuamente en los discursos de cada año, lo de ejemplo de integridad pública y moral, y vemos en qué andaba y cómo se comportaba, desde luego no cumpliendo con la labor y lo que se espera de un jefe del Estado y en representación de la institución a la que representaba", ha deplorado el representante vasco.