La designación de Quim Torra como candidato a presidir la Generalitat de Cataluña, después de que el Constitucional aceptara a trámite el recurso del Gobierno contra la Ley de Presidencia que permitía investir a distancia a Carles Puigdemont, no ha pillado por sorpresa entre los grupos parlamentarios catalanes.

De sobra era conocido en todos los círculos políticos que Puigdemont ya barabaja una nueva alternativa si, una vez más, se entorpecían sus pasos para volver a la Generalitat. El nombre de esa alternativa ya la ha dado a conocer: Quim Torra, diputado de Junts per Catalunya e independentista convencido. Pero su nombramiento no implica que Puigdemont haya descartado totalmente ser president de nuevo.

Es lo que, al menos, parece indicar una de sus últimas acciones, según ha podido saber 'La Vanguardia'. El diario catalán afirma que Puigdemont solo habría puesto una condición a Torra para que este, si aceptaba el encargo que le daba el partido, se pudiera convertir en el nuevo president de la Generalitat. Y precisamente con la Generalitat tiene que ver todo.

Esto es, el exdirigente catalán habría designado a Torra como candidato a dirigir el nuevo Govern a cambio de que este no utilizara el que hasta el 21 de diciembre era el despacho de Puigdemont. Esta acción podría explicar, de hecho, la pretensión de Puigdemont de seguir echando un pulso al Estado al presentar a este gobierno con un carácter provisional.

Así, Quim Torra habría sido designado como candidato a la Generalitat para calmar las aguas temporalmente por la situación soberanista en Cataluña hasta que el propio Puigdemont pudiera regresar a España o, al menos, Junts per Catalunya pudiera plantear una nueva estrategia para seguir "obedeciendo el mandato" del referéndum llevado a cabo el pasado 1 de octubre.