Una posible investidura ha sido el eje central de la Fiesta Nacional. El ministro de Exteriores en funciones, José Manuel García Margallo, se ha mostrado optimista y ha dicho que confía "en el sentido común y en el patriotismo del Partido Socialista Obrero Español, que entienda que hay que dejar gobernar a quien ha ganado las elecciones y ayudarle a hacer un presupuesto". Así se ha expresado en una entrevista en RNE.

Respecto a la postura del PSOE, muchas miradas han puesto su atención en Javier Fernández, como líder temporal de una formación que debe decidir. En una entrevista al diario 'El Correo', Patxi López ha afirmado que "mejor pasar un mal rato en unas nuevas elecciones que avalar a Rajoy".

Además, ha dicho que puede pasar que permitan "un gobierno del PP y que en las siguientes elecciones los cinco millones de votantes que han resistido y que han votado al PSOE para que sea alternativa al PP, y no su valedor, abandonen".

No es la única voz que resuena en vísperas de un Comité Federal que aún debe decidir si finalmente se mueve hacia la abstención. Los socialistas catalanes, partidarios de que consulte a la militancia se mantienen en el 'no'. En 'El Hormiguero', Miquel Iceta, ha dicho que "pactar con Rajoy o abstenerse es darle el Gobierno".

Lo más probable es que el pleno de investidura se convoque el 27. Debate y primera votación, viernes 28 en la que se requiere mayoría absoluta. Descartada esta opción, el debate se retomaría el domingo 30 y una mayoría simple sería suficiente.

Aguas revueltas en el PSOE que siguen aprovechando en Podemos. Juan Carlos Monedero, fundador de la formación, ha dicho que "el PSOE se echa en brazos del PP de la Púnica, Gürtel, Barberá..."

Las piezas para que haya gobierno todavía deben encajar.