Vendían una imagen de postal como una familia unida, piadosa y muy numerosa con 55 hijos, sólo cuatro del matrimonio. A la cabeza estaba Anderson do Carmo, pastor evangélico y fundador de una exitosa iglesia en la que nunca faltaron los fieles, lo que les dio grandes cantidades de dinero, influencia política y social

Flordelis Do Santos, su mujer, es diputada y pastora. Incluso, llegó a ganar disco de oro como cantante de gospel. Pero tras esa espiritualidad impostada, ella ha demostrado ser fía y calculadora, tanto que habría pedido a sus hijos que mataran al padre. Así lo afirma el jefe de Policía Allan Duarte: "Es responsable de un homicidio, tentativa de asesinato, falsa identidad y crimen organizado".

Un día, de repente, el marido muere acribillado a balazos, hasta 30 en su garaje. Ella se muestra completamente rota en el funeral, pero, desde el principio se sospecha de la familia ya que detrás, dice la Policía, se encontraba la lucha por los fondos y el poder que él controlaba en exclusiva. "Hemos detenido hasta 11 miembros de la familia que responderán como responsables del crimen", afirma Duarte. Pero, la única que irá a prisión preventiva será ella, por su condición de aforada.