La caja fuerte de Josep Antoni Rosell, exdirector general del organismo de la Generalitat, infraestructuras.cat, es una de las pruebas clave que desvela el sumario del caso del 3% al que ha tenido acceso laSexta Noticias. Dentro de él había fajos de billetes de 500 euros envueltos en papel de periódico y repartidos en grupos de 10.

No solo dinero, los investigadores encontraron dentro de un calcetín gris un Rolex y también otro reloj de la marca Orient con el nombre y apellidos del investigado grabado por la parte de atrás.

Imágenes que evidencian más aún el presunto cohecho del entramado. Una trama delictiva según la Guardia Civil que aflora de la empresa pública investigada, la antigua GISA con la que amañaban los concursos pero ¿cómo? El entramado supuestamente consistía en controlar las adjudicaciones en la fase de la oferta técnica.

Un ejemplo, sale a concurso una obra pública. Hay dos fases a la hora de concursas por esa adjudicación: la fase técnica y la económica. La primera es el proyecto que presenta cada empresa, la segunda es lo que la administración va a tener que pagar por ese proyecto.

Aunque se aconseja que ésta pese más, presuntamente la trama del 3% le daba menos de un tercio de la valoración. El resultado de todo este amaño, apunta la Fiscalía, es que siempre terminaba ganando el concurso la empresa adjudicataria que ofrecía cantidades más suculentas de dinero porque aunque perdían puntos por sus altos presupuesto, siempre arrasaban en la ficha técnica.

Es el modus operandi de una trama que, según la Guardia Civil, se nutrió entre 2011 y 2013 de una situación de abuso de poder y de corrupción sistemática, todo durante el mandato de Artur Mas.