Gandía se ha visto afectada por el estado de alarma decretado de alarma en Madrid. Y es que el destino que eligen muchos madrileños para disfrutar de sol y playa durante el Puente del Pilar tiene una ocupación hotelera que apenas llega al 40%. En concreto, de los 20 hoteles que hay en el municipio, solo cinco mantienen sus puertas abiertas y el turismo es, en su mayoría, de proximidad.

Debido a las restricciones que afectan a restricciones, que afectan solo a algunos municipios de la Comunidad de Madrid, muchos han dudado si al final podían irse de vacaciones. En este sentido, Beatriz Martínez, directora del Hotel Gijón, en Gandía, ha afirmado que "ha habido mucha incertidumbre en la recta final". Por su parte, José Manuel Navarro. Presidente de la Asociación de Hosteleros y Turistas de Gandía, subraya que "en esta situación que estamos viviendo, las comparativas son odiosas".

En Sevilla también se han producido cambios de última hora. "Está siendo un puente totalmente inusual porque la situación de Madrid está dirigiendo la ocupación", ha señalado Manuel Domínguez, director del Hotel Doña María. Allí esperan tener una ocupación entorno al 50%, aunque no quieren lanzar las campanas al vuelo ya que, según ha indicado Alberto Blanca, director del Hotel Silken A-andalus, "debido a la incertidumbre, está variando mucho el tema de la ocupación".

Zaragoza, de "destino" a "zona de paso"

También han notado diferencias en la ocupación hotelera en Zaragoza, ya que este suele ser su puente: "Otro año habríamos sido destino en el puente por las Fiestas del Pilar y este año en vez de ser destino somos más una zona de paso", ha lamentado un hotelero.

Sin embargo, sí han habido madrileños que han podido disfrutar de los días libres fuera de la Comunidad de Madrid. Es el caso de aquellos que no viven en las zonas confinadas y que tenían claro que a ellos no les afectaban las restricciones de movilidad, como Fernando, que ha ido a Barcelona desde Majadahonda a visitar a familiares.

El viernes salieron desde la Comunidad de Madrid más de 70.700 vehículos, lo que supone un 50% menos que hace cinco años, cuando la fiesta también permitió un fin de semana largo.