Unas 200 personas se han manifestado en Madrid contra la privatización de la sanidad pública, una marcha que ha quedado empañada cuando al inicio de la misma una veintena de personas de extrema derecha han intentado incorporarse a la protesta. La tensión provocada entre los dos grupos ha derivado en la detención por parte de la Policía Nacional de Santiago de la Iglesia, representante de la Confederación General de Trabajadores (CGT) de la zona sur de Madrid por desobediencia y resistencia a la autoridad, según ha indicado la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

La marcha, que ha concluido sin más incidentes, estaba convocada por la Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad Pública en Madrid y en más de medio centenar de ciudades. A la de la capital han acudido unas 200 personas. Con proclamas de "nada para la privada", "la sanidad pública no se vende, se defiende", los asistentes han partido desde la calle de Aduana, sede de la consejería de Sanidad, hasta el Ministerio de Sanidad, en el Paseo del Prado.

Al inicio de la marcha un grupo de unas veinte personas con simbología de extrema derecha y camisetas negras en las que se podía leer "Bastion real" o "Rebel son" han tratado de incorporarse a la protesta, lo que ha generado gritos de "fuera fascistas" por parte de los asistentes a la marcha.

"Es la primera vez que en una manifestación en defensa de la Sanidad se produce una provocación así", ha denunciado la portavoz de la coordinadora contra la privatización de la sanidad, Ángeles Maestro, quien ha lamentado el boicot y que la Policía haya detenido finalmente a un representante sindical frente a la "permisividad" que tiene con "la simbología fascista".

Sobre los motivos de la protesta, Maestro ha emplazado "a quienes se dicen de izquierdas, tanto en el Gobierno central como en los autonómicos a autonómicos" a derogar "con la fuerza parlamentaria que tienen" la ley 15/97 de Nuevas Formas de Gestión y el artículo 90 de la Ley General de Sanidad que, ha explicado "es el que permite los conciertos con la sanidad privada con la excusa de las listas de espera previamente generadas para poder hacerlos".