Después de tres días de silencio absoluto, Federico Trillo ha decidido hablar. Lo primero que ha hecho es aclarar que nadie le ha pedido que deje su puesto en la embajada en Londres, porque de eso ya se encargó el mismo hace más de un año. "Tengo las maletas hechas desde antes del 20 de diciembre de 2015", ha afirmado.

Desde entonces, tal y como asegura que le contó a Margallo y al actual ministro de Exteriores, el exministro de Defensa ya tenía claro su próximo destino: "Mi intención era volver a España; precisamente, al Consejo de Estado, que es mi carrera profesional, y no prolongarme aquí más tiempo del que me dijo el Gobierno", ha declarado en la cadena COPE.

Ante el informe del Consejo de Estado que señala al Ministerio que dirigía como último responsable de la seguridad de las tropas, Trillo matiza: "El Consejo de Estado responsabiliza al Gobierno de aquella tragedia, y eso es rotundamente falso".

Nada de responsabilidades penales, insiste Trillo, quien recuerda que el responsable de la tragedia del YAK-42 ya quedó clara en su día. "El accidente se había causado por un error humano de los pilotos", ha precisado.

El todavía embajador sostiene que las responsabilidades políticas ya se dirimieron con sus victorias consecutivas en las urnas: "Me parece que ese sí que es un tribunal en materia de responsabilidades políticas, el electorado".

Y ante quienes insisten en pedir su cese inmediato y cuestionar su futuro profesional, les manda un mensaje: "Aquiétense, criaturas". Una verdad que 13 años después sigue arrojando demasiados interrogantes.