La detención del expresidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, junto a varios miembros de su equipo en la denominada operación Alquería tiene su origen en una denuncia presentada ante la Fiscalía por los trabajadores de Divalterra en la que les acusan de acosar a los trabajadores con "órdenes de despido, insultos, falsedades, vejaciones públicas, atentados al honor y a la ideología, y amenazas continuas", según desvela la Cadena SER.
La denuncia apunta a que la campaña de acoso se inició después de que el presidente de la Diputación intentara legalizar siete contrataciones como cargos de alta dirección repartidos entre el PSOE y Compromís. Contra ellos estaban los empleados, que se basaban en hasta 12 informes que alertaban de las colocaciones a dedo.
Tras esto, y según denuncian los trabajadores, sufrieron un "hostigamiento continuado" soportando purgas, extorsiones y hasta amenazas de despido del presidente, de su jefe de gabinete y de su asesor jurídico, que según señala la Cadena SER pidió la cabeza "del payaso e hijo de puta" del auditor que realizó los informes.