Fernando Flores formaba parte de la lista de los seis candidatos pactada por PSOE, Podemos y PNV para renovar el Consejo de Administración de RTVE y que fueron elegidos por la mayoría del Congreso, el pasado 4 de julio, para formar parte de este órgano. Además, el periodista era el candidato de los socialistas para presidir la corporación, una vez que todos los miembros del Consejo fueran elegidos.
Sin embargo, la segunda fase de nombramientos no se completó. Los cuatro consejeros que debían ser elegidos en el Senado no consiguieron el consenso necesario y su nombramiento pasó a depender del Congreso, siguiendo las directrices del decreto ley aprobado por el Gobierno para este procedimiento.
Ya en la Cámara baja un error de dos diputados al depositar la papeleta, unido a la ausencia de otros dos, impidió que se sumara la mayoría necesaria, por lo que la renovación del Consejo se truncó y tampoco se pudo llevar a cabo el nombramiento de Fernando Flores como presidente, como se preveía para esta semana.
Ante esta situación, lo que determina el decreto ley es que es el Gobierno quien debe elegir un administrador único para la Corporación, que deberá ser ratificado, también por mayoría, en el Congreso.
Según han explicado este miércoles a Europa Press fuentes del Gobierno, fue el mismo lunes, tras la votación fallida cuando Fernando Flores decidió quedarse al margen ante la posibilidad de que el Ejecutivo siguiera pensando en él para gestionar la Corporación como administrador único.
Las mismas fuentes han precisado que Moncloa busca ahora otros perfiles para este puesto que tendrán que consensuar con la mayoría del Congreso puesto que el administrador deberá ser ratificado por, al menos, 176 votos. En el caso de Fernando Flores no iba a contar con el apoyo de Podemos, tal y como señalaban este miércoles fuentes de la formación, que aseguraron que rechazarían su candidatura en caso de plantearse formalmente.