Muchas residencias viven una situación crítica durante la crisis del coronavirus. Miguel Vázquez, de la Plataforma por la Dignidad de las Personas Mayores, asegura que cuando el COVID-19 entra en algún centro, las consecuencias son "nefastas".

En la residencia San Juan de Dios del Álamo, por ejemplo, la inquietud es cada vez mayor. Javier Garzón, de la ONG Marea de Residencias, asegura que "se encontraron" con 38 fallecidos y 105 contagiados, cifras que la residencia niega.

Los familiares denuncian que en ese momento "ya estaban con la mitad de personal" y "ya había carencias". Situaciones extremas como la que también viven en una residencia de Jerez de la Frontera, en la que han decidido hacer test por su cuenta a los residentes.

Allí, ha habido casi 53 residentes y 15 trabajadores, con cuatro personas fallecidas. Desde el Ayuntamiento de Jerez, lamentan la falta de información.

En Galicia, la Xunta se ha hecho cargo de la gestión de la residencia de O Barco, después de haberse detectado contagios en 60 residentes y en cerca de 20 trabajadores.

En la residencia de mayores de Peñas Albas de Madrid, donde se reportan cinco fallecidos, han aislado a los mayores según la sintomatología. Un comunicado de la residencia a los familiares confirma que son bastantes trabajadores en situación de baja laboral por presentar sintomatologías.

Son las graves situaciones que viven distintas residencias de todo el país, donde se concentran los positivos en un grupo de población de especial riesgo.