La regulación de los test de antígenos para marcar un precio máximo de venta de 2,94 euros ya se ha incluido en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de este viernes tras el acuerdo de la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIMP), por lo que este sábado, 14 de enero, ya está en vigor la medida, que no ha estado exenta de polémica. De la misma forma, el tope de 2,94 euros también será de aplicación a otros test de uso profesional con carácter diagnóstico que cuenten con autorizaciones expresas de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).

La CIMP se reunió el pasado jueves en un encuentro extraordinario para fijar un tope del precio de estas pruebas a razón de la alta demanda que se estaba registrando en relación a su compra en fechas previas a las fiestas navideñas. La irrupción de la sexta ola, potenciada por la aparición de la variante ómicron en nuestro país, ocasionó un colapso en farmacias, centros de salud y hospitales para adquirir este producto, lo que generó un problema de escasez temporal del mismo.

Esto llevó a la modificación de su precio hasta el punto de que, si se encontraban, su precio iba de los seis a los diez euros por la intervención de intermediarios. Eso en las farmacias, porque al tiempo que estos establecimientos colgaban carteles avisando de que los test se habían agotado, muchos particulares comenzaron a revender las pruebas a precios disparatados. El Gobierno ya aseguró que si no se ha realizado antes esta regulación de los precios de los antígenos es porque previamente había que solventar el problema de la escasez.

Ahora, este importe es "unitario y final con IVA incluido, o, en su caso, el Impuesto General Indirecto Canario (IGIC) correspondiente". No obstante, en la misma resolución se constata que dicho precio "queda sujeto a futuras revisiones por esta Comisión, atendiendo a la evolución de los precios de mercado". Además, se recuerda que "cuando exista una situación excepcional sanitaria, se podrá fijar el importe máximo de venta al público de los medicamentos y productos por el tiempo que dure dicha situación excepcional".

El objetivo ha sido fijar un precio lo más asequible posible para que el producto esté disponible en el canal farmacéutico"

Ministerio de Sanidad

Ya en rueda de prensa la ministra Carolina Darias advirtió de que el "objetivo principal" con este tope "ha sido fijar un precio lo más asequible posible, atendiendo siempre al equilibrio necesario para que el producto esté disponible en el canal farmacéutico". En esta línea, la titular de la cartera de Sanidad detalló que los criterios para fijar ese máximo de 2,94 euros por test de antígenos se basaban, entre otros factores, en el coste que tiene la prueba diagnóstica de coronavirus en otros países europeos.

"Se han considerado los precios de venta desde julio, cuando se puso el producto en el mercado en España, hasta la fecha. Hemos considerado el margen en el marco comercial de las farmacias y esto, considerando que el producto está exento de IVA, nos ha dado una orientación", advirtió. La regulación de los precios de estos instrumentos ha sido celebrada por una parte considerable del sector sanitario y farmacéutico, que aunque ven necesaria esta medida critican que el precio máximo es demasiado alto y que llega "tarde". Pero no a todos los miembros del segundo grupo contenta esta solución.

Las farmacias aceptan la medida entre críticas

Desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) ya apuntaron que el tope al precio de los antígenos "supondrá que la mayoría de las farmacias tendrán en este momento que dispensar estos productos sanitarios por debajo de su precio de coste". Sin embargo, según precisaron, los farmacéuticos siempre "han puesto por delante la salud de los pacientes", y por eso han apoyado la medida: "Asumimos el precio fijado por responsabilidad y por la vocación sanitaria y de servicio que nos ha guiado siempre". Más profundas son las críticas procedentes de organismos similares, como el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid.

El organismo denunció que, ante la escasez de estos productos durante las navidades, los farmacéuticos se vieron obligados a realizar una labor de búsqueda para adquirir estos test, pagando por adelantado precios que se duplicaban cada 24 horas, y ahora se encuentran con un stock por el que han pagado un precio "superior al del mes de noviembre" y más aun al fijado por la CIMP: "Hay muchos farmacéuticos que han tenido que adelantar el dinero y han pagado pedidos que están pendientes de recibir, pedidos que están cerrados, que están pagados, y que lógicamente también se van a tener que vender a pérdidas".

Por su parte, el Consejo General de Enfermería (CGE) mostró su rechazo a dicho precio fijado al considerarlo "elevado si se compara con los países vecinos". "Entendemos que no ha sido una medida suficiente. Hay que recordar que los países que tenemos en nuestro entorno muy cercano a nivel europeo ese precio es todavía mucho más bajo. Creemos que para nuestra población, incluso por nuestro producto interior bruto, nuestro nivel adquisitivo si comparamos los sueldos que hay en España con los que hay en estos otros países, todavía se hace caro ese precio en torno a casi los 3 euros aquí en España va a seguir dificultando el acceso a determinadas personas a estos tipos de test de autodiagnóstico", declaró la organización en un comunicado.

Igualmente, la organización Facua tachó de "absolutamente desproporcionado" el precio máximo de 2,94 euros: "Es incluso superior al que se aplica en los test de antígenos que se comercializan en establecimientos de otros Estados miembros de la Unión Europea. La decisión del Gobierno no hace más que poner como tope un importe similar al que se comercializaban los test en las farmacias antes de que estallase la sexta ola como consecuencia de la variante ómicron", señalaron al respecto.