El alcalde de León ha llegado al pleno municipal para defender su "honradez" y su "honor". Antonio Silván asegura que es inocente, a pesar de que hayan salido a la luz conversaciones en el caso enredadera. Se refiere a la charla que mantuvo con el empresario José Luis Ulibarri, en prisión por dicho caso y procesado también por la trama gürtel.

En la llamada, el alcalde revelaba información sobre adjudicaciones de tráfico que estaban en curso. Aún así, Silván asegura que no ha cometido irregularidades. "Habrán podido salir mil conversaciones, pero ninguna en la que ofrezca un trato ilegal a nadie", ha apuntado Silván en el pleno.

Sus explicaciones no han servido al PSOE. "Esas conversaciones transcritas obligan a forzar la moción de censura", ha justificado el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de León, José Antonio Díez. Esta solo podrá llevarse a cabo con el apoyo de Ciudadanos.

Sin embargo, de momento el partido naranja solo ha solicitado la dimisión del concejal imputado en un caso que, según han señalado, se debe seguir investigando. "Hay que someter al alcalde a una comisión de investigación", se ha limitado a decir Miguel Gutiérrez, secretario general de Ciudadanos en el Congreso.

Esa comisión que presidirá precisamente Ciudadanos, a propuesta del propio alcalde de León, algo que le han reprochado: "Qué bonito". No ha sido el único momento tenso que ha vivido el alcalde. A su salida del consistorio, un grupo de trabajadores le han increpado por un conflicto laboral que nada tiene que ver con el caso enredadera. Le han despedido al grito d