Yolanda Díaz mantiene su puesto dentro del Ejecutivo, pasando a ser la vicepresidenta segunda con la eliminación de una de las vicepresidencias. Su trabajo sigue siendo el de negociar con agentes sociales y patronal una reforma laboral que mantiene un último obstáculo antes de llegar a buen puerto.

Se trata de la temporalidad, algo que la CEOE considera "intrínseco" a algunos puestos de trabajo. Cree que limitarla podría impactar negativamente en las contrataciones.

Díaz busca tener el acuerdo cerrado antes de que acabe el año. Sobre la mesa, hay un borrador que busca reformar varios tipos de contrato, todo para limitar la temporalidad. Sin embargo, la última propuesta del Ministerio de Trabajo no ha gustado a los empresarios, que, en un comunicado conjunto, la consideran inaceptable.

"Estos planteamientos van en contra de la adaptabilidad que necesitan las empresas para poder generar empleo", recogen. Aunque comparten la preocupación por lo que llaman temporalidad irregular, advierten que es indispensable en el mercado laboral.

"La temporalidad es un elemento intrínseco a muchas actividades de carácter estacional, con lo que reducirla a un fenómeno residual perjudica a la empleabilidad de muchas personas", explican. ¿Y qué es la temporalidad en España? Significa la segunda tasa más alta de la Unión Europea en 2020, según Eurostat. A diez puntos por encima de la media y a 12 de Alemania.

Significa también que solo uno de cada diez contratos que se firman son indefinidos, algo que lleva pasando los últimos 20 años. Pero eso no es todo, porque entre los temporales gran parte no duran ni una semana. Con los datos de junio en la mano, el 25% de los que se firmaron tenían una duración de siete días o menos.