Miguel Tejeiro entraba enfrentándose al juzgado a una pena de 11 años de cárcel, como un acusado más, pero apenas ha estado unos minutos en el banquillo antes de convertirse en el primer absuelto.

El cuñado de Diego Torres fue secretario del Instituto Nóos y está considerado por los investigadores el cerebro fiscal de la trama. Manos Limpias era la única acusación, y ha retirado los cargos. "Entiendo que los motivos son de estrategia procesal", ha dicho Negrete.

Esa estrategia es en realidad un pacto con la persona que amañó las declaraciones de Hacienda de Urdangarin y la infanta para tapar los presuntos fraudes de Aizóon. La contrapartida a su absolución es que tire de la manta como testigo y señale aún más a la infanta. "El testimonio de Tejeiro puede ser clave", avanza Yllanes.

En esa estrategia de pactos se mueven también otros acusados, como Jaume Matas. El expresident balear intenta reducir los 11 años de cárcel que pide la Fiscalía. Para ello, despositaría en el juzgado 1,5 millones de euros de la venta de su palacete en Palma. Y confesaría que adjudicó contratos de manera irregular al Instituto Nóos.

Y si el propio Matas lo reconoce, el margen de maniobra de los principales acusados, prácticamente se agota. Urdangarin intenta reunir 6 millones de euros, es decir, todo el dinero público que recibió. Un atenuante tras la reforma del código penal.