La presidenta andaluza y secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, ha emprendido una nueva etapa con la remodelación de su gobierno, el tercero desde que accedió a la Junta en 2013, con el que afronta más compromisos y retos después de su fracaso en las primarias de su partido.
La remodelación se produce dieciocho días después de su derrota frente a Pedro Sánchez, resultado que ha aprovechado la oposición andaluza (PP, Podemos e IU) para reclamar insistentemente un cambio de rumbo y de gobierno en las políticas de la Junta de Andalucía.
"Ahora toca centrarse en Andalucía", ha sido la frase de Díaz más repetida desde su fallido intento de acceder a la Secretaría General del PSOE, momento a partir del cual ha impulsado una actividad casi frenética al frente la Junta.
Coincidiendo con el ecuador de la legislatura, Díaz ha aprovechado el debate general sobre la situación de la comunidad para anunciar una treintena de medidas y reactivar la acción de gobierno, particularmente en las áreas de empleo, sanidad y educación, donde se han concentrado los principales conflictos, con movilizaciones incluidas.
Con esta remodelación, la dirigente andaluza conforma su tercer gobierno desde que accedió a la Presidencia de la Junta en septiembre de 2013, cuando sustituyó a José Antonio Griñán, que dimitió por la "presión mediática" del caso de los ERE por el que fue más tarde procesado.