Ana Botella queda definitivamente absuelta por la venta de 1.860 pisos de propiedad pública a un fondo buitre cuando era alcaldesa de Madrid. El Tribunal Supremo ha confirmado su absolución y también la de los concejales de su Junta de Gobierno.

El Supremo anuncia esta decisión al rechazar la queja planteada el pasado diciembre por la edil del PSOE Mercedes González contra el Tribunal de Cuentas, que impidió a la socialista poder recurrir en calidad de vecina. Fue este el organismo que en julio de 2019 revocó la sentencia que condenaba a Botellay a siete miembros de su equipo a abonar 22,7 millones de euros.

Dicha sentencia consideró probado que la operación, ocurrida en 2013, se llevó a cabo mediante un procedimiento ilegal al no asegurar la concurrencia. Además, se cerro por debajo del precio del mercado y por debajo del contable de los pisos, que se estimaba en los 159 millones de euros.

No obstante, el caso de la venta de vivienda de la Empresa Municipal de Vivienda de Madrid (EMVS) por 128 millones de euros al grupo Fidere, sociedad de inversión inmobiliaria del fondo Blackstone provocó que el ayuntamiento perdiese 25 millones de euros, según el Tribunal de Cuentas.

¿Por qué rechaza la queja de la socialista?

Los magistrados delTribunal Supremo, en su auto, ponen el foco en que la recurrente, Mercedes González, ha dejado "expresa constancia de su condición de concejal" del grupo municipal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid.

Consideran así que la petición se hace "invocando únicamente, de forma carga y expresa, el cargo público que se desempeña, no puede surtir efectos como tal requerimiento, a efectos del artículo 68 LBRL, si nada se dice acerca de la acción que esta precepto consagra".

También señalan que González "no desarrolló ninguna actuación procesal en la instancia, y ha sido con posterioridad a la sentencia cuando ha decidido comparecer ante el Tribunal de Cuentas y anunciar su intención de recurrirla en casación".