Además de ser un día de profundo respeto y tristeza, es un día para recordar al hombre que ha forjado la memoria democrática de España. A pesar de la enfermedad de Adolfo Suárez, que le arrebató sus recuerdos, siempre ha mantenido su personalidad, un monstruo político que los padres y madres de nuestra constitución aseguran fue clave para culminar el proceso constituyente de derechos y libertades.