Sonriente antes de saber los resultados, Susana Díaz aseguró la foto que todos esperaban. Tras la derrota llegó la instantánea, la felicidad del ganador contrasta con una sonrisa de Díaz que no acaba de dibujarse. Se unieron sí, para hacerse la foto en un gesto en el que se la veía poco cómoda.

Misma unidad que intentó plasmar la presidenta en el discurso, lo prometido: "todos los compañeros de este proyecto vamos a arrimar el hombro". Aunque sin pronunciar el nombre de Sánchez ni una sola vez, al que llamó "secretario general electo".

Se centró más en agradecer a los suyos el apoyo de la única comunidad autónoma en la que ganó. "Son los que trabajan de manera más cercana y eso lo conocen y lo valoran", afirmó. Y en dejar claro que el PSOE tiene que ser la alternativa de Gobierno.

Susana Díaz se fue con prisa. Sin pararse, abandonó la sede de Ferraz en coche y arropada por los suyos. Hoy desde Andalucía le piden centrarse en su comunidad. "Si sólo tiene interés en arreglar su futuro, no aprovecharemos el tiempo", afirma Juan Marín, portavoz de Ciudadanos Andalucía.

El PP aprovecha para hurgar en la herida. Es el momento, dicen, de hacer los deberes en su tierra.