La variante delta se ha convertido ya en la predominante en España, y un estudio revela que sus síntomas no son los mismos si estamos vacunados con una dosis o con la pauta completa. La pérdida de olfato y la tos varían en función del número de pinchazos recibidos. Para conocer más detalles sobre esta cuestión, desde laSexta hemos recoger el testimonio de Olga García, que se contagió con esta cepa casi un mes después de tener la pauta completa.

"Empecé a encontrarme un poco mal, con mucho picor de garganta, congestión nasal y dolor de oídos. Al día siguiente fui al médico, me hizo la prueba de antígenos y di positivo". Un caso similar al de Javi y al de Carmen, quienes tras vacunarse con la pauta completa tuvieron otros síntomas. "Me empezó a doler muchísimo la cabeza", cuenta Javi, mientras Carmen relata que sus síntomas fueron "pérdida de gusto y olfato".

Sus síntomas coinciden con los recogidos por el 'proyecto Zoe', una iniciativa que se ha llevado a cabo en Reino Unido y en la que 4.000 voluntarios han comunicado sus síntomas tras contagiarse. En un parte, el proyecto recoge la diferencia entre contagiados con la variante delta con una dosis y con la pauta completa. En ambos casos, los síntomas son muy similares a los de un resfriado: dolor de cabeza, secreciones nasales, dolor de garganta y estornudos.

La única diferencia que se ha visto entre los voluntarios es que quienes tienen la pauta completa siguen perdiendo el olfato, y quienes llevan solo una dosis tienen tos. Es el caso de Cristina Rego, que se contagió con la primera dosis de Pfizer. "El primer síntoma que presenté fue la tos, una tos incómoda, persistente, que no se iba. A raíz de eso me hicieron el test y di positivo".

En no vacunados, con la variante original y la delta, según este estudio, la fiebre y la tos seca se repiten, pero el cansancio, la falta de aire y la pérdida de olfato cambian con la variante delta. Así, los síntomas vuelven a parecerse más a los de un catarro: dolor de cabeza, de garganta y secreciones nasales. Por eso, los profesionales recomiendan que si tenemos síntomas de resfriado no esperemos a tener fiebre ni mucho menos a perder el olfato y acudamos el médico cuanto antes.