La escenificación del fin de ETA cierra el capítulo de una despedida que ha defraudado a las víctimas. Para Bruno Broseta, el hijo del asesinado Manuel Broseta, la banda pretende blanquear su discurso: "Está lleno de decepciones porque ETA podría haberse disuelto y pedido perdón a todas las víctimas en un comunicado de una sola página, y sin embargo está intentado marcar los tiempos".

Desde el anuncio de abandonar las armas en 2011, ETA pedía perdón por primera vez hace unas semanas y lo hacía diferenciando a las víctimas mencionando a "ciudadanos y ciudadanas sin responsabilidad ninguna".

El hijo del histórico socialista Fernando Múgica fue una de esas víctimas colaterales, y cree que es "un ejercicio de cinismo e hipocresía por parte de esta organización criminal".

Esta semana ETA hacía públicos varios comunicados en los que hablaba primero de una función que justificaba su existencia, inexplicable para quien ha tenido que llevar escolta durante 15 años. José María Vázquez, presidente de la Confederación Empresarial de Bizkaia-CEBEK, afirma que esto le parece "completamente cruel y fuera de tiempo".

Y después de una lucha por un conflicto, leído por el todavía en paradero desconocido Josu Ternera, que hablaba de una honestidad que ha indignado todavía más. Patxi López explica que "podrán intentar lavarse la cara, pero siempre quedará la vergüenza de una banda terrorista".

Piensan que no hay que acompañarles en esta última ceremonia planeada por la banda terrorista.