El texto de la pregunta,
que todavía tendrá que pasar por el filtro de la Mesa del Senado antes de que
llegue al Gobierno, ha sido dado a conocer por Mulet como gesto para comprobar
si la Secretaría de Estado de Relaciones con las Cortes "reflexiona sobre
la inutilidad e inconcreción" de sus contestaciones por escrito.
Se queja Mulet de que la
función de control parlamentario "se ve impedida por parte del
Ejecutivo", al hacer llegar a los senadores contestaciones que "no
aportan ningún tipo de información" pese a obedecer a demandas
"concretas, claras e inequívocas" de información.
Así ha ocurrido, según
explica en un comunicado, cuando él mismo ha presentado centenares de preguntas
sobre municipios que incumplen la Ley de Memoria Histórica que al final tienen
"una sola respuesta genérica" donde el Gobierno se limita a remitir a
la legislación ya conocida.
Recuerda Carles Mulet
las obligaciones establecidas respecto a las preguntas parlamentarias recogidas
en la Constitución y el Reglamento del Senado y hace hincapié en que la Cámara
alta prevé incluso que el Ejecutivo conteste en un máximo de treinta días.
Afirma que este plazo de
un mes "nunca" se cumple, y que muchas veces se dan respuestas que
aunque cumplen con la "obligación formal" en realidad "no
aportan nada". Por ello ha decidido preguntar si "se trata de un
problema de comprensión, atención o de interés en la temática" y también
por los "protocolos" del Ejecutivo ante la "apocalipsis
zombi", pregunta que él mismo reconoce que es "absurda".