El Tribunal Militar Territorial de Sevilla ha condenado a seis meses de prisión a dos militares en formación por animar a "violar en manada" a una compañera de estudios a través de un chat de Whatsapp público en el que estaban otros 40 compañeros del Centro de Formación de Tropa en San Fernando, Cádiz.

La sentencia, dictada el pasado 25 de enero, y a la que ha tenido acceso laSexta, condena a estos dos aspirantes a militar por delitos contra los derechos fundamentales y las libertades públicas por "realizar contra otro militar actos de acoso sexual, injuriar y atentar contra su dignidad personal".

Los hechos condenados sucedieron el 10 de noviembre de 2018 por la noche, cuando la víctima acababa de abandonar el grupo de WhatsApp llamado '2ª Compañía Zapadores', creado "con la finalidad de intercambiar información entre los alumnos recién llegados".

Según indica la sentencia, los mensajes vejatorios se enviaron por los dos condenados entre las 23:47 y las 23:52 horas y contenían las siguientes frases vejatorias:

  • "Belinda te corro de n la cara un picasso y tal"
  • "Me ha bloqueado la perra"
  • "Ests lo dicho..Hay K violarla en plan manada"
  • "Esa si K está en el punto de mira... para vaciarle el ojo"
  • "Me voy a cascar a costs d ella tonight"
  • "Y me voy a limpiar en la sábana del montes. Esta solo pide polla y el novio mientras creyéndose k solo se lleva bien con tías"

Además, uno de ellos envió una fotografía de la víctima en la que aparecía sobreescrita la frase "solo follo con zapadores".

La víctima no se enteró hasta la mañana del día siguiente, el domingo 11 de noviembre de 2018, cuando otro compañero que sí estaba en ese grupo le envió un pantallazo de la conversación con las frases vejatorias. Ese misma noche, un Cabo encontró la joven llorando en un pasillo y fue llevada ante el Suboficial, al que le relató lo sucedido y le enseñó las capturas de pantalla.

Según indica la sentencia, no fue hasta el lunes 12 de noviembre cuando los condenados reconocieron ser los autores de los mensajes vejatorios y se mostraron arrepentidos. A pesar de ello, ambos negaron haber sido los autores durante el juicio y aseguraron que aunque el número de teléfono era el suyo, alguien debió mandarlos en sus nombres porque dejaban los móviles cargando en una regleta común.

En cualquier caso el Tribunal no creyó sus palabras y dio por válido el testimonio de la víctima, que aseguró sentirse "dolida" y "avergonzada" por los ataques y que se mostró confiada "en que la Institución iba a responder y corregir los hechos".

A parte de la condena privativa de libertad, a los dos alumnos se les ha realizado la suspensión militar de empleo, de cargo público y del derecho al sufragio pasivo.