Sanofi se prepara para unirse al resto de vacunas en la batalla contra el coronavirus. Así lo ha afirmado el laboratorio francés, que ha confirmado datos prometedores tras finalizar la segunda fase del ensayo clínico para probar la eficacia de su fórmula contra la COVID-19. En concreto, que con estos viales se ha registrado una notable concentración de anticuerpos en personas adultas, así como una considerable reacción inmunitaria desde la primera dosis. "La fuerte respuesta inmunitaria observada tras la administración de una sola dosis en pacientes que ya habían estado infectados subraya el sólido potencial de una vacuna recordatorio", han informado los investigadores en un comunicado.

Los datos obtenidos ha mostrado una tasa de seroconversión de anticuerpos del 95% al 100%. En este sentido, aseveran que en personas que habían sufrido ya el virus un solo pinchazo bastó para crear niveles altos de anticuerpos neutralizantes. Además, con su inoculación se registró una tolerabilidad calificada de "aceptable" y sin presentar, por el momento, problemas de seguridad alguno derivados de la inyección. Esto permite al laboratorio dar el siguiente paso.

Tras concluir esta fase de la investigación, realizada con la cooperación de más de 700 voluntarios de Hondas y Estados Unidos con edades comprendidas entre los 18 y los 95 años (es decir, todas las edades en las que se usan las demás vacunas), pueden ponerse en marcha una tercera fase que tendrá un carácter internacional, con muchos más voluntarios de distintos países y nacionalidades. En concreto, alrededor de 35.000 personas participarán en la última etapa del estudio, que se pondrá en marcha en las próximas semanas.

La diferencia de esta solución respecto a las que ya se están comercializando es que, en este último periodo de investigación, quiere poner a prueba su eficacia frente a algunas de las variantes del coronavirus que se han ido propagando desde que empezara la crisis sanitaria. En concreto, si muestra resistencia ante la cepa de Wuhan y la sudafricana. "Sabemos que se necesitarán múltiples vacunas, y más cuando siguen emergiendo variantes del virus y se hace más evidente la necesidad de tener vacunas de recordatorio eficaces, que puedan ser conservadas a temperaturas normales", ha señalado el vicepresidente global de Sanofi, Thomas Triomphe.

No es lo único que investigan, pues también se busca medir con precisión la capacidad de generar una respuesta inmunitaria fuerte en el organismo con una dosis más débil, sea cual sea el tipo de vacuna empleada para ello. Hay que recordar que no todas funcionan igual: AstraZeneca, Janssen o Sputnik emplean un vector viral, mientras que Moderna o Pfizer utilizan la tecnología del 'ARN Mensajero'. En este caso, Sanofi propone un antígeno recombinante (una molécula hecha de diversos tipos múltiples de proteínas que acciona una inmunorespuesta) para ser empleado con la técnica de GSK para producir adyuvantes (componentes para mejorar la inmunogenicidad o con capacidad para desencadenar una respuesta inmunológica del antígeno al que acompaña).

El objetivo de esta alianza es generar un número mayor de dosis, así como facilitar su conservación en frigoríficos normales (Moderna y Pfizer necesitan una temperatura de -20 grados y -70, respectivamente, para su uso correcto). En cualquier caso, de darse unos resultados tan positivos y prometedores como los registrados en las anteriores etapas del análisis, esta vacuna podría ser aprobada por las autoridades sanitarias a lo largo del cuarto trimestre de este mismo año. Pero este tampoco es el único proyecto de inmunización contra el COVID-19 que mantiene el laboratorio francés en activo.

A finales del mes de abril, Sanofi comenzó a colaborar con la farmacéutica Traslate Bio para desarrollar un antígeno basado en la tecnología de 'ARN Mensajero'. Según el CEO, Paul Hudson, este estudio está mostrando "datos muy alentadores" que muestran que dos dosis generan "altos niveles de anticuerpos neutralizantes". No obstante, los resultados finales de esta vacuna se esperan para 2022. Tal y como el propio Hudson ha reconocido, este vial "probablemente se aprobará después de la vacuna basada en la tecnología recombinante-adyuvante".

A pesar de los buenos resultados que ha obtenido Sanofi, su vacuna ha estado cerca de perderse. Cuando se puso a investigar y dio con una fórmula, se probó en humanos, pero hubo problemas: la vacuna funcionaba muy bien para los menores de 50, pero muy mal para los mayores de 50. Es decir, los más vulnerables quedaban desprotegidos, por lo que decidieron retrasar esa investigación y seguir insistiendo por otra vía para dar con un remedio bueno.