El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha asegurado este lunes que, una vez finalizada la erupción volcánica en La Palma, el Gobierno no se olvidará de la población palmera y se va a trabajar en la reconstrucción y relanzamiento de la isla.

Sánchez, que hoy ha viajado a la isla, ha señalado que en las ocho visitas que ha realizado a La Palma desde que comenzó la erupción volcánica el 19 de septiembre, ha conocido el significado del término "identidad palmera", que representa, ha afirmado, el sentido de la solidaridad, de superación y de resistencia de la sociedad palmera.

Ha recordado que ya se ha dispuesto de 138 millones de euros de ayudas de los casi 400 millones que hay asignados para la reconstrucción de la isla y ha precisado que uno de los mensajes que le han dado los palmeros es que no se olviden de ellos "cuando el volcán ya no suelte lava y los medios de comunicación se vayan de la isla".

Sánchez ha insistido en su compromiso para proseguir en la reconstrucción y relanzamiento de La Palma, isla, que, ha dicho, merece ser visitada.

El sábado 24 de diciembre se dio oficialmente por finalizada la erupción, una declaración que el presidente recibió como "el mejor regalo de Navidad" en su cuenta de Twitter. La fecha oficial del final de la erupción es el 13 de diciembre, cuando cesó la actividad del volcán, y luego se dio un plazo de diez días para verificar que los parámetros se mantenían en calma.

El plan de realojo

Con el volcán apagado y con 7.000 personas aún evacuadas, este lunes empezará a estudiarse el plan de realojo en las áreas desalojadas.

El realojo será "seguro, ordenado, gradual y paulatino", según ha anunciado el consejero del Gobierno de Canarias Julio Pérez, director del Pevolca.

Sin embargo, hay al menos 1.576 edificaciones destruidas, según el recuento del Catastro, que ascienden a 2.988 según las estimaciones del sistema de satélites europeo Copernicus.

Los científicos se mantienen alerta puesto que determinados parámetros observables de la erupción volcánica, como la deformación del terreno o la sismicidad, pueden permanecer varios meses presentes una vez que se ha dado por concluido este proceso.

Las últimas mediciones indican que el cono volcánico, que tiene seis cráteres, está a 1.121 metros por encima del nivel del mar y se eleva casi 200 metros por encima de la altura anterior del terreno sobre el que se asienta.

El cráter mayor tiene 172 metros de diámetro y el más pequeño 106 metros, y se calcula que el volumen del edificio volcánico es de 34 millones de metros cúbicos. Doscientos millones de metros cúbicos alcanza el material que ha expulsado el volcán, el más largo y destructivo en La Palma en su periodo histórico.

Las coladas de lava salidas del volcán, que han arrasado barrios enteros como Todoque, tienen un espesor medio de doce metros, aunque en algunos puntos alcanzan los setenta metros de altura.