A poco más de 24 horas para su primera sesión de investidura, Pedro Sánchez hace el último intento por situar la pelota en el tejado de las izquierdas asegurando que "las fuerzas de izquierda van a tener que decidir si quieren cambio o perpetuar a Rajoy".

Para convencerles, Sánchez ha enviado una oferta personalizada a cada uno de esos partidos de izquierdas, que él mismo anunciaba como muy valiente. "Un acuerdo que va a ser valiente en el sentido de que va a ir mucho más allá en aquellas acciones y políticas de izquierda que merecen los españoles", ha dicho el secretario general del PSOE.

En realidad, atendidendo a esos documentos, en lo que va más allá la propuesta sobre todo es en el lenguaje. Por eso se puede leer, por ejemplo, que lo que en la oferta a las izquierdas se llama directamente dación en pago, en el acuerdo con Ciudadanos es una exoneración del pasivo insatisfecho de la persona natural.

Ocurre lo mismo con las medidas contra ley mordaza, la ley Wert, la reforma laboral o la lucha contra la pobreza energética. "La peor de las medidas es mucho mejor que seguir manteniendo un gobierno de Rajoy", dice Pedro Sánchez.

El candidato del PSOE prácticamente no ha encontrado oposición a que siga intentando formar gobierno en el Comité Federal, y una muestra es Susana Díaz, que cree que "este país se merece un gobierno de cambio y hay que seguir el diálogo".

Pedro Sánchez ha sacado pecho ante el Comité Federal tras el referéndum en el que la militancia respaldó el acuerdo con Ciudadanos asegurando que está orgulloso por volver a hacer historia, y que pase lo que pase en su investidura, el proceso ya ha valido la pena.