Con el encargo del rey a Pedro Sánchez, ya se pueden marcar en rojo las fechas políticas esenciales en el calendario. Sánchez, tras haber aceptado la propuesta para formar Gobierno, ya empieza a negociar. Ha un mes y en este tiempo, Sánchez tiene que alcanzar un acuerdo con otras fuerzas y someterlo a la opinión del propio PSOE.

De lograrlo, el líder del PSOE tendría dos oportunidades para la investidura. Si cumple con su propio plazo, la primera de ellas sería el 2 de marzo, en esa primera votación sería necesaria la mayoría absoluta, algo prácticamente descartado. Después de 48 horas, tendría lugar una segunda sesión en la que ya sí valdría una mayoría simple

En el caso de no lograrla, la posibilidad de nuevas elecciones cobraría más relevancia que nunca. Los dos meses desde el primer intento de investidura se cumplirían el 2 de mayo y si no hay 'fumata blanca', el rey disolvería Cortes y habría elecciones cuanto antes.

El ministro de Sanidad en funciones, Alfonso Alonso, ha declarado que si hay elecciones, que sean "cuanto antes". Como mínimo, tienen que pasar 54 días desde la disolución de las Cortes para poder volver a abrir, las urnas, que se cumplirían el 24 de junio. Así, parece que el 26 de junio sería la primera fecha factible en caso de repetición de elecciones.

Entre medias de todo eso, Sánchez tendría otra fecha clave. Al acabar el plazo de investidura, los líderes del partido le han fijado el 8 de mayo otras primarias a secretario general, que pondrán en riesgo su liderazgo si antes no cuadra las cuentas para un Gobierno estable.

Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, ha declarado ante los medios que "la aritmética es muy complicada" y añade que espera que el PSOE esté a la altura.