El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dado por zanjada la polémica con Unidas Podemos después de que su socio de Gobierno criticara duramente la decisión de enviar armas a Ucrania, acusando al PSOE de ser un "partido de la guerra". Para el líder del Ejecutivo, la situación de crisis que se está viviendo en Ucrania con la invasión rusa y la guerra es tan grave que "cualquier dinámica" llevada a cabo por la formación morada pasa absolutamente desapercibida.

Sánchez sí ha confirmado este martes de que ha hablado con la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para calmar la tensión generada con Unidas Podemos. También lo hizo, un día antes, con la ministra de Igualdad, Irene Montero, en un acto que protagonizaron ambos en Madrid. Con quien no ha hablado todavía, sin embargo, es con la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra.

Así, el presidente ha asegurado que, en relación al conflicto que afronta Ucrania en el decimotercer día de guerra con Rusia, el Gobierno de España tiene claro quién es el agresor y quién el agredido en esta coyuntura, y su Ejecutivo está donde tiene que estar: con las víctimas. Asimismo, ha recalcado que lo que importa en esta cuestión es la unidad y que la mayoría social está con el Gobierno de coalición.

Precisamente, porque para él prima la unidad y la crisis ucraniana evoluciona diariamente, Sánchez ha constatado su decisión del envío de armamento al país europeo porque, entre otros factores, era una medida que reclamaban desde el Partido Popular. Recuperando de nuevo las tensiones generadas con Podemos a raíz de esta decisión, ha querido recordar que este partido matizó este lunes sus críticas al PSOE y ha ironizado sobre ello: "No sé si será porque hablamos con ellos".

Llama a Feijóo al entendimiento

En esta charla informal con los periodistas, el presidente del Gobierno también ha analizado el cambio político de gran calado que se ha producido en el PP, con la despedida de Pablo Casado de la presidencia del partido y la recién conocida candidatura del que hasta ahora era presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Sobre su perfil, Sánchez ha destacado dos cuestiones que para él son de gran importancia.

Primero, ha dicho que Feijóo no viene a insultar, cosa que agradece como rival político; segundo, cree que ha pasado el tiempo de la ambigüedad y que hay que llegar a la concreción, que es necesario e imperativo renovar el Consejo General del Poder Judicial y que espera que Feijóo recapacite frente a las anteriores posiciones populares y no permita un Gobierno con Vox en Castilla y León. Esto es, que sería "bueno" que se abriera un espacio para el entendimiento entre ambas formaciones.