Tras meses de tensión y desencuentros, de cruce de mensajes en los medios y de llamadas telefónicas sin contestar, este martes Pedro Sánchez y Quim Torra han hablado por teléfono. Ha durado alrededor de 15 minutos. El president catalán le ha pedido reunirse y el presidente del Gobierno en funciones, según Moncloa, le ha contestado que no tendrá problema cuando haya un gobierno y arranque la legislatura de recibirle, "como hará con el resto"de presidentes autonómicos.

El presidente en funciones le ha mostrado su deseo que la legislatura que se inicie, si obtiene la confianza de la Cámara, sea la legislatura del diálogo, con el propósito de reducir la tensión territorial y reanudar el diálogo. Sánchez quiere conseguir un gobierno cuanto antes que permita dar estabilidad y "encarar políticamente la situación en Cataluña".

La voluntad de Pedro Sánchez, insisten desde Moncloa, es encontrar una respuesta "a esta crisis política".

Sánchez, según Moncloa, le ha dicho a Torra que se necesitará tiempo, pero que el diálogo y la consecución de un gobierno y unos presupuestos harán posible abordar cuestiones clave para la vida de millones de catalanes y catalanas, como la sanidad, la educación, las infraestructuras y los transportes, la dependencia o la industria.

Torra ha transmitido al presidente Sánchez que mantendrá sus principales reivindicaciones, a lo que el presidente ha respondido que "estamos en un Estado Social y Democrático de Derecho" y que defiende plenamente la independencia de la Justicia. La voluntad de Pedro Sánchez, dicen, es encontrar una respuesta a esta crisis política.

Torra insiste en la autodeterminación

Desde el Govern aseguran que Sánchez "ha vuelto a reconocer la naturaleza política del conflicto", como ya hizo en la primera reunión en Moncloa. Torra le ha emplazado a reunirse y "el presidente Sánchez se ha mostrado dispuesto a hacerlo lo antes posible".

Torra ha reivindicado el derecho a la autodeterminación "y el fin de la represión" para solucionar "el conflicto político".

El presidente Torra le ha expuesto que la solución del conflicto pasa por el ejercicio del derecho de autodeterminación y el fin de la represión, así como la libertad de los presos políticos. El jefe del ejecutivo catalán ha recordado a Pedro Sánchez la dureza de su campaña contra el independentismo, "a lo que Sánchez ha reconocido que hay que avanzar". El presidente Torra se ha quejado de "la falta de cortesía institucional por no atender sus llamadas".

Meritxel Budó, la portavoz del Govern, ha dado más detalles en rueda de prensa: "Torra le ha dicho que el diálogo tiene que ser de Gobierno a Gobierno y le ha pedido a Sánchez garantías para un diálogo real". Ha confirmado que el president de la Generalitat le ha emplazado a reunirse y que el presidente en funciones "se ha mostrado dispuesto a hacerlo después de la investidura". "Sánchez ha reconocido que entre Cataluña y España hay conflicto político", ha añadido.

Sánchez habla con Urkullu de gobernabilidad

El presidente en funciones ha iniciado a primera hora es ronda de llamadas con los presidentes autonómicos y siguiendo el protocolo, en cuanto a la antigüedad de los estatutos de autonomía, el primero al que ha telefoneado es al lehendakari, Íñigo Urkullu. Según ha podido saber laSexta, la conversación con Urkullu ha durado también unos 15 minutos y se ha centrado en el tema de la gobernabilidad y el modelo de Estado.

Según Moncloa, Sánchez le ha transmitido que espera que esta sea la legislatura del diálogo territorial. El propósito de Sanchez tras recibir el encargo del rey es que no haya unas terceras elecciones, "para ello está trabajando desde el principio en conseguir la investidura y un gobierno estable para resolver los asuntos pendientes y dar curso a la agenda territorial".

El presidente Sánchez ha dicho a Urkullu que está dispuesto a completar el calendario de transferencias pendientes en el Estatuto vasco.Sobre su renovación, Sánchez le ha transmitido que apuesta por la vía del PSE como oportunidad para unir a la ciudadanía vasca y establecer el marco político que permita a Euskadi afrontar los desafíos del siglo XXI.

Urkullu, en rueda de prensa, ha explicado cómo ha sido esa conversación. "Le he expresado que es necesario el acuerdo de investidura para garantizar gobernabilidad y ganar en estabilidad. Le ha ofrecido voluntad compartir diagnóstico sobre la situación", ha dicho.

Urkullu: "Espero que se forme gobierno, que empiece a gobernar cuanto antes".

"En lo que a Euskadi concierne, hay calendario de transferencias pendientes, que ha reconocido que no se ha cumplido", ha afirmado Urkullu. Le ha pedido que primero se cumpla con eso y dicho que es necesario reflexionar sobre el modelo de Estado".

Las reivindicaciones de los 'barones' del PP

También ha hablado ya con el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoó. Según informa David Junquera, la percepción de Feijoó es que Sánchez seguirá con sus socios independentistas y con Podemos. Que aunque Sánchez no quiere nuevas elecciones, va a intentar superar la sesión de investidura de forma inmediata.

Según Feijoó, Sánchez va a intentar superar la investidura de forma inmediata y cree que seguirá con sus socios independentistas y Podemos.

Feijoó asegura que le ha respondido que el acuerdo con los independentistas "es malo para España y Galicia". "Mi opinión, que mantengo y no ha variado, es que creo que se podrían explorar pactos de moderación. Sánchez tiene otras vías que cerró con Casado y que ni siquiera quiso abrir conmigo a pesar que de forma clara mostré mi preocupación", apunta.

Otro de los dirigentes con el que ha hablado Sánchez es Juanma Moreno. El presidente de la Junta de Andalucía le ha pedido a Sánchez que se cumpla la Constitución, solidaridad en la financiación y le ha trasladado su malestar por la "intervención financiera", dicen, en Andalucía. Se ha quejado de las formas.

Los dirigentes del PP reprochan a Sánchez su preacuerdo de gobierno con Unidas Podemos y que haya despreciado la oferta de Casado.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha pedido al presidente del Gobierno en funciones que "no ponga comunistas" al frente de la hacienda, de la economía y de la educación en España porque "esta gente va a ir contra la iniciativa privada y lo va a destruir todo".

Ha instado a Pedro Sánchez a tener cuenta que "esos socios que tiene en ningún momento le van a dar estabilidad, sino todo lo contrario y en cuanto puedan, le fallarán, porque estos socios no quieren, en ningún momento, que en España haya estabilidad y que vayan bien las cosas".

El presidente murciano, Fernando López Miras, además de pedir una financiación "justa", le ha hablado de agua, trasvases, Mar Menor, y de su acuerdo con Unidas Podemos.

Los presidentes del PSOE

Sánchez también ha conversado con Emiliano García-Page, el presidente de Castilla-La Mancha y socialista que en los últimos días había criticado los contactos de su partido con ERC.

Según explica, el presiente le ha trasladado "que se quiere mover sin duda siempre dentro de los límites de la Constitución". García-Page le ha señalado que nadie quiere terceras elecciones "y que todos debemos hacer un esfuerzo para que haya Gobierno y estabilidad".

García-Page asegura que Sánchez no le ha reprochado sus críticas y que le ha asegurado que se moverá en los límites de la Constitución.

Con todos, incluye también a PP y Cs, "y en ese esfuerzo de todos es imprescindible que todo el mundo tenga claro que no se puede ni siquiera discutir el marco constitucional".

Sobre las críticas, dice que no ha habido reproches, y el presidente le ha dicho comprender las distintas posiciones y las distintas sensibilidades que hay en los territorios".

Lambán se ha manifestado en la misma línea que Page y explica que Sánchez le ha garantizado que no va a hacer nada fuera de la Constitución.

En una conversación "cordial", Lambán le ha planteado, por su parte, que en Aragón "siempre" ha existido el "temor" de que "posibles pactos de gobierno resulten negativos para la Comunidad, porque favorecer a unos territorios puede significar "perjudicar a Aragón". Sin embargo, Sánchez le ha garantizado que eso "no se va a producir" y Aragón "va a tener el trato justo que le corresponder".