Pedro Sánchez insiste en la necesidad de alcanzar un acuerdo para el plan de recuperación económica tras la pandemiade coronavirus. Considera que ante la situación económica que ha provocado la crisis sanitaria, todos los líderes europeos están "obligados" a "lograr un buen acuerdo para nuestros compatriotas que están sufriendo las consecuencias".

"Estamos ante un Consejo Europeo muy importante, histórico para los países europeos porque es inédita la situación que estamos atravesando. Estamos convocados a lograr un buen acuerdo que tiene que plantear un fondo de recuperación ", ha destacado a su llegada a la reunión.

A juicio del líder del Ejecutivo, es necesario, además, que el pacto "transforme nuestras economías en economías mucho más resilientes (verdes, digitales, inclusivas) donde la cohesión territorial y social sea uno de sus principales objetivos".

En este sentido, ha apuntado, España tiene por objetivo "defender los intereses nacionales en el ámbito de la agricultura y también en la gobernanza de fondo", aunque siempre con "el ánimo constructivo de llegar todos a un acuerdo".

Por su parte, fuentes de Moncloa han indicado que confían en la mediación de Angela Merkel, aunque admiten que la canciller no se ha mostrado muy optimista a su llegada a la cumbre. Si bien confían en que se produzca un acuerdo, dan por hecho de que será necesario otro encuentro a lo largo de este mes.

'Los frugales', el principal escollo

El punto de partida de esta negociación es la propuesta del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que mantenía los 500.000 millones de euros en transferencias y 250.000, en préstamos. Un plan que se ha encontrado con la oposición de Austria, Suecia y Dinamarca, con Holanda a la cabeza.

El objetivo de 'los frugales', a los que se ha unido Finlandia, es que se rebaje propuesta de Charles Michel, que se entreguen menos transferencias directas y que la mayor parte de las ayudas se den en forma de créditos.

Para España, que en líneas generales apoya la propuesta de Michel, es esencial que se mantenga una elevada proporción de subvenciones, algo clave también para Italia, Francia y Alemania.